París
Francia se prepara para un atentado terrorista inminente
Los servicios argelinos de inteligencia alertaron a París de los planes para perpetrar un atentado suicida en el transporte.
La amenaza terrorista ha pasado de ser una eventual posibilidad a convertirse en un temor inmediato en Francia. Desde hace una semana el jefe del contraespionaje francés, Bernard Squarcini, viene advirtiendo de que todos los indicadores están «en rojo» y el riesgo de que el suelo galo pueda ser, de nuevo y de manera inminente, triste escenario de un atentado terrorista lo confirmaron ayer las autoridades del país.
«La amenaza es seria y hemos reforzado la vigilancia» dijo el ministro del Interior, Brice Hortefeux sin precisar de qué tipo, ni su procedencia, ni los objetivos específicos de dicho ataque. Tampoco confirmó que el principal riesgo se situara en la red de transportes como indicaban varios medios galos citando fuentes del propio ministerio. Según esas informaciones, la seguridad se habría incrementado en aeropuertos y estaciones después de que los servicios de Inteligencia fueran alertados en la madrugada del jueves de las intenciones de una kamikaze de cometer un atentado suicida en París.
Si la amenaza fue tomada en serio es porque había sido filtrada por los servicios argelinos aunque pese a una importante movilización, las fuerzas del orden no detectaron ningún movimiento sospechoso ni pista alguna sobre una posible terrorista suicida dispuesta a pasar a la acción. Un chivatazo sobre el que la fiscalía de París ha abierto una investigación para tratar de verificar su credibilidad. En cualquier caso, se trata de la tercera alerta en una semana después de que la Torre Eiffel y la estación-intercambiador de Saint Michel, donde ya atentó mortalmente el GIA (Grupo Islámico Armado) en 1995, fueran evacuadas el martes tras falsos avisos de bomba.
Oficialmente las autoridades no han puesto nombre a esa amenaza, pero todo apunta a que AQMI, la rama de Al Qaida en el Magreb, representaría el principal peligro, aunque no el único. Ese grupo terrorista, hasta 2007 conocido como Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), y que actúa en el Sahel, es el responsable del secuestro del cooperante Michel Germaneau, al que ejecutaron en julio, o del humanitario Pierre Camate, al que liberaron tras un largo cautiverio. AQMI, cuyos líderes han reiterado en diversas ocasiones sus amenazas contra Francia, también es el principal sospechoso del rapto de cinco ciudadanos galos en la madrugada del pasado miércoles al norte de Níger.
Redes yihadistas
Sin embargo, las Fuerzas de Seguridad francesas identifican otros grupos. Concretamente temen las acciones de dos redes yihadistas distintas, que hasta ahora habrían permanecido en letargo, y con los medios financieros necesarios en Francia para poder perpetrar atentados coincidiendo con el regreso al país vecino de varios islamistas radicales procedentes de Pakistán y Afganistán. Individuos que tras su entrenamiento paramilitar en aquella zona o incluso después de haber combatido en Irak junto a la insurgencia habrían vuelto con ideas más extremas y dispuestos a actuar. A su vez, el refuerzo de la protección personal del rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, es un indicio más del actual contexto de tensión. Precisamente, el asesinato de un imán moderado en pleno centro de París precedió a la mortal ola de atentados que sacudió la capital en 1995 dejando ocho muertos.
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