Valencia

Varias farmacias denuncian presiones para secundar la huelga

El Colegio admite la existencia de un grupo de asociados que «informa pero no coacciona». En 2013, la Generalitat les pagará cada mes 60 millones

Cada día y desde el lunes, dos de cada tres farmacias valencianas cierra por huelga indefinida
Cada día y desde el lunes, dos de cada tres farmacias valencianas cierra por huelga indefinidalarazon

Valencia- El cuarto día de huelga indefinida de las farmacias valencianas arrojó un balance polémico, pues al desabastecimiento de medicamentos, la falta de acuerdo con la Generalitat y la confusión de los pacientes, se sumaron ayer las denuncias de presión para que las boticas mantuvieran los paros. Según los propietarios de varias oficinas, durante toda la mañana se les «recordó» en qué consiste la protesta y la necesidad de seguir con la persiana bajada.

La presidenta del Colegio de Valencia, María Teresa Guardiola, explicó al respecto que se trata de un grupo de colegiados que recorren las calles de Valencia informando a las boticas de los motivos de la protesta y que su actitud «rompe la unidad», pero que en ningún caso coaccionan a los propietarios y trabajadores. El piquete informativo, insistió, actúa por iniciativa propia, reparte folletos y trata de convencer a los que permanecen abiertos cuando no les toca -los paros son rotativos-.

Guardiola tiene abiertos estos días varios frentes y además de lidiar con sus asociados, debe interpretar la información que sobre el futuro de este colectivo van lanzando los responsables políticos. Y es que ayer, el conseller de Sanidad, Luis Rosado, anunciaba que el nuevo sistema de pronto pago a las farmacias que se pondrá en marcha el próximo año permitirá abonarles cada mes 60 millones de euros, es decir, el 75 por ciento del total de lo que facturan. El resto lo cobrarán en 2014. Y en cuanto a los 450 millones que se les debe en estos momentos, «su pago se irá solucionando conforme llegue el dinero del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)», y no tiene «nada que ver» con el presupuesto de 2013.

Pero el nuevo sistema no convence a los farmacéuticos, porque no han sido informados del cambio y porque queda por saber, entre otros puntos, cuál de las dos partes se hará cargo de los intereses de la cantidad pendiente de pago, que podría llegar a los 300 millones de euros, según previsiones del sector. «Una cifra inasumible». Este será uno de los puntos que hoy tratarán en la reunión prevista a mediodía con Rosado, previa a la manifestación convocada en la capital valenciana.

Paralelamente a estas negociaciones, el Colegio trata de que sea el Ministerio de Hacienda el que arregle la situación. A él enviaron el lunes las facturas pendientes de pago de la Generalitat. Desde la entidad colegial reconocieron que la competencia de remitir dichas facturas al Gobierno central corresponde a la Generalitat, pero que quisieron curarse en salud y remitirlas personalmente para que el ministro Cristóbal Montoro fuera consciente de «la cruda situación».

Preguntado por este asunto en Les Corts, el conseller de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, respondió que «ojalá Madrid» resolviera los problemas de los farmacéuticos y recordó que si el Consell no les paga no es porque no quiera, sino porque no puede.

Mientras tanto, crece el desabastecimiento de medicamentos provocado, según los farmacéuticos, por la masiva afluencia de clientes y la dificultad económica que tienen para proveerse. El conseller de Sanidad admitió el déficit de los fármacos más caros, por lo que animó a los pacientes afectados a llamar al teléfono 900.10.10.81, donde «se atenderá puntualmente cada situación, se les informará sobre dónde acceder al producto que necesitan y le indicarán adónde tiene que ir para recogerlo».

Con todo, la cita de hoy con Rosado podría dar un giro a la situación, pues si este accede a pagar «toda la deuda», las farmacias desconvocarán la huelga indefinida de manera inmediata. Si solo se compromete a pagarles dos mensualidades -«cantidad que urge de modo inminente»- llevaría la desconvocatoria a la Asamblea.

Guardiola reconoce que su colectivo no tiene buena fama, pero declara que ya no pueden más, pero que hay dramas en las familias, «que esto es tan grave como los desahucios».