Fini se une con la izquierda contra Berlusconi

Ayer sus diputados votaron en todo momento con la oposición de centro izquierda, convirtiendo en hechos lo que hasta ahora eran sólo amenazas. Las más recientes las pronunció el pasado domingo Fini al asegurar que sus parlamentarios dejarían de apoyar al Gobierno si Berlusconi no dimitía. Éste le contestó retándole a que llevase su advertencia al Parlamento y votase en su contra, lo que el presidente de la Cámara de los Diputados ha hecho en cuanto ha tenido ocasión. El Ejecutivo, desde hace meses en estado comatoso, ya sólo espera el día en que Fini y los partidos de la oposición se pongan de acuerdo y presenten una moción de censura contra Berlusconi. Antes de acabar con la gota malaya al primer ministro y darle el golpe de gracia, sin embargo, Fini quiere hacer honor a su imagen de estadista y permitir la aprobación de los presupuestos, como le ha pedido el jefe del Estado, Giorgio Napolitano.

Otro escenario posible es que «Il Cavaliere» se harte de que Fini le impida aprobar leyes y se la juegue con una votación de confianza. Para tener algunas garantías de supervivencia debería tener éxito en la campaña de compra de diputados entre las filas de la oposición que ha puesto en marcha ya que, como quedó demostrado ayer, ha perdido la mayoría en la Cámara Baja.

Finalmente, existe la remota posibilidad de que los antiguos aliados pacten un acuerdo de mínimos que permita agotar la legislatura. Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, quemará este último cartucho haciendo mañana de celestina entre Fini y Berlusconi.

Las tres votaciones que «Il Cavaliere» perdió ayer se vivieron entre el ambiente típico de la política italiana. Gritos, insultos y abucheos fueron dedicados por los diputados del Pueblo de la Libertad a sus antiguos aliados, los «finianos», quienes recordaron que tienen «las manos libres» para votar lo que prefieran. Los líderes de la izquierda, entretanto, se relamen ante la situación y cuentan los días para la caída del Gobierno de centro derecha.


El «caso Ruby» llega al Senado
El ministro del Interior dijo ayer que Berlusconi llamó a la comisaría de Milán sólo para informarse de la detención de una menor marroquí que se le había comunicado que era la sobrina del líder egipcio, Hosni Mubarak. Así explicó Maroni ante el Senado la polémica intervención de Berlusconi para que liberasen a la menor Karima el Maroug, que fue invitada a fiestas de «Il Cavaliere».