Duran promete no pactar con quien pierda el 20–N

MADRID- «Disculpadme. Parece que Barcelona y Madrid cada vez están más alejados. Espero que no sea así a otros efectos». Justificando en el retraso de su vuelo la espera de los asistentes, Duran Lleida introdujo ayer la esencia del desayuno informativo en el hotel Ritz, organizado por Nueva Economía Fórum. Cuatro aspectos destacaron en su intervención: la postura de su partido frente a los resultados de las elecciones generales, el pacto fiscal, el comunicado de ETA y sus propuestas de programa electoral.

«No pactaremos con quien pierda el 20–N si el PP no alcanza la mayoría absoluta». Así de rotundo se mostró el cabeza de lista de CiU al Congreso, quien remarcó su convencimiento de que los «populares» se harán con la mayoría absoluta. «No ayudaremos a un partido perdedor a formular una coalición con IU, con el BNG o con quien sea». Duran basó su razonamiento en la propia experiencia. «Siendo CiU el más votado en Cataluña, los demás partidos se unieron para impedir nuestro gobierno. Que nadie piense que apoyaremos a una alternativa a quien gane las elecciones». Y, por si no resultara convincente, apuntó que lo contrario sería un «deterioro de la democracia».

Pacto fiscal con Cataluña
Respecto a la relación de su partido con el futuro gobierno central, el dirigente catalán incidió, en repetidas ocasiones, en el «gravísimo error» que supondría que éste no aceptara un pacto fiscal para Cataluña. Tras puntualizar que se considera una persona moderada, agregó: «Dejarán sin argumento a los moderados». Y añadió que, a lo largo de 30 años de historia, Cataluña nunca ha fallado a España, por lo que España no debe fallar a Cataluña».
Para explicar su programa electoral, Duran Lleida recurrió a sus polémicas declaraciones respecto al PER andaluz y se mostró contrario a las políticas de subsidio: «No hay que pagar a quien no tiene trabajo, sino crear trabajo». Para lo que abogó por ligar salarios con productividad y fomentar medidas de apoyo al emprendedor, así como un plan de choque contra el paro que, entre otras cosas, «incentive la contratación» mediante bonificaciones a la Seguridad Social y aumente las deducciones por inversión.

También hubo tiempo para las críticas: en lugar del actual Estado de Bienestar, «insostenible en estos tiempos de crisis», abogó por colocar el acento en el «bienestar social». Y propuso como fórmula pactos entre los sectores público y privado en, por ejemplo, Sanidad. Y propuso reformas en las estructuración territorial para que las comunidades autónomas sean administraciones únicas.

Respecto a su esperada opinión sobre el comunicado de ETA, el líder de CiU pidió «inteligencia y responsabilidad», y señaló que, aunque el fin de la violencia «no tiene marcha atrás», para conseguir la paz y la reconciliación «aún queda un «largo camino».