Historia

Bruselas

En el precipicio por José María Aznar Botella

La Razón
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No he conocido un momento más bajo en España. Nuestro país es un paria a merced de los burócratas de Bruselas, y los españoles andan entre cabreados, desalentados y desesperados. Se ha perdido por completo la confianza en las instituciones, y los vecinos de Madrid nos pasamos el día sorteando manifestaciones.

No es de extrañar, al español se le piden grandes sacrificios sin ofrecerle un proyecto transformador del país para el futuro. Seguimos empeñados en poner parches aquí y allá cuando la casa a todas luces se viene abajo y lo que se precisa es una gran reforma. Como quedó demostrado en las últimas elecciones, la gran reforma es lo que quiere la mayoría y para lo que entiendo sí estaría dispuesta a sacrificarse.

Dicho esto, España está fundida y a los funcionarios, autónomos como yo y demás colectivos afectados por los recortes, más nos vale apretarnos el cinturón y ponernos a trabajar, porque de venir el rescate total nos vamos a enterar. Por usar el ejemplo de los funcionarios con los que desde luego simpatizo, no creo que el problema sea el que ganen demasiado, sino el que hay demasiados. De llegar la intervención total, no es que se queden sin paga de Navidad es que muchos no llegaran a la Navidad.

Este país está reventado, la curva de tipos de interés está ya prácticamente plana a niveles del 7%, lo que en otros países ha sido el preludio del colapso total. La inversión de la curva será el final y andamos muy cerca. Por desgracia, ya hay poco que se pueda hacer desde España, necesitamos la intervención urgente del Banco Central Europeo que no parece estar por la labor. Cada vez parece más obvio que la operación es forzar al rescate de España para luego salvar a Italia. Espero equivocarme.