Italia

La única debilidad alemana

La única debilidad alemana
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Dice Mesut Özil que Alemania ha alcanzado un nivel que le permite ganar a España; que es lo mismo que asegurar que se sienten capaces de superar a cualquier selección del planeta. Antes de una posible final frente a la bicampeona, a los germanos les espera Italia, una excepción en su currículum, históricamente favorable respecto a cualquiera de los rivales a los que se enfrenta.

Alemania nunca ha conseguido ganar ni eliminar a los transalpinos en un gran torneo internacional, una de esas rarezas que el fútbol guarda en ocasiones y que, de paso, habla de la competitividad que los «azurri» transportan en sus genes. Los de Joachim Löw tienen talento y energía suficientes para no temer a nadie, pero mañana sentirán en contra este condicionante estadístico que acostumbran a tener siempre de su lado. «El pasado no importa, creo que en el fútbol no hay revancha. Aquel partido no tiene significado», aseguraba Löw respecto al precedente del Mundial 2006, cuando Italia apartó de la final a los anfitriones y acabó llevándose el título.

El nivel futbolístico y físico de ambos concede el favoritismo a los alemanes: no han perdido ningún partido, han podido dar respiro a algunos futbolistas clave y parece que Schweinsteiger ha superado los problemas en el tobillo y podrá volver a ser el eje del equipo junto al mejor Khedira que se recuerda. Aquí, en el medio, puede estar la clave de la semifinal para Italia. Prandelli se ha alejado del «catenaccio», quiere el balón y se lo va a discutir más que la mayoría de rivales a los que hasta ahora ha derrotado Alemania.

En cuanto a los dos días más de descanso que los suyos han tenido respecto a su rival, Löw opinaba lo mismo que Cristiano y los portugueses, que también han disfrutado de más espacio para la recuperación: «No es una ventaja». Si hubiera sido al revés...

 

«¿Balon de Oro? Es imposible»
Andrea Pirlo es para muchos el jugador de la Eurocopa hasta el momento. A pesar de que está en la parte final de su carrera, ha conseguido imponer su estilo de toque en un equipo históricamente acostumbrado a otra cosa, y la forma en que, a partir de la pelota, ha convencido a sus compañeros de que él debe ser el líder es asombrosa. Todos le buscan en cuanto recuperan el balón para que decida cómo y por dónde debe ir la siguiente jugada. Tiene muchas opciones de ser elegido el jugador del torneo, pero, según su opinión, ninguna de llevarse el Balón de Oro: «Con Messi y Cristiano es imposible. Marcan entre 70 y 80 goles por temporada», aseguró.