Valencia
Una parte del «caso Nóos» puede terminar en el Supremo
Castro imputa al ex jefe de Deportes de Barcelona sin saber que es diputado
MADRID- Un desliz del juez José Castro, instructor del «caso Nóos», puede dejar en manos del Tribunal Supremo (TS) parte de la investigación de los negocios de Iñaki Urdangarín y su ex socio Diego Torres. El magistrado se ha mostrado a lo largo de la instrucción especialmente celoso en mantener la competencia de un caso con ramificaciones en Baleares, Valencia y Barcelona pero, ahora, una citación extemporánea puede dar al traste con ese empeño. Castro dictó ayer una resolución en la que acuerda citar como imputado al ex secretario de Estado para el Deporte Albert Soler, que en 2004 aprobó, como director de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, el pago de 12.000 euros al Instituto Nóos a cambio de su asesoramiento deportivo. El juez desconocía que Soler es, en la actualidad, diputado socialista en el Congreso, lo que le impide tomarle declaración y le obliga, si aprecia indicios de delito en su actuación, a inhibirse en favor del Tribunal Supremo por su condición de aforado.
A última hora de la tarde, fuentes próximas al magistrado informaban de que Castro, tras «haber tenido conocimiento de su condición de diputado nacional», dejará sin efecto hoy mismo esa citación. Pero ahora el magistrado es prisionero de sus palabras, puesto que en el auto asegura que «surgen indicios de criminalidad que es necesario confirmar o despejar» ante «la falta de acreditación material de la realización del objeto del contrato». La comparecencia de Soler estaba fijada para el próximo 16 de octubre en Barcelona.
Esa valoración aboca al juez a remitir parte de la causa al Supremo para que sea éste quien decida si existen indicios de delito, lo que podría acarrear que toda la investigación de los negocios de Urdangarín y Torres en Barcelona terminase instruyéndose en el TS.
El Ayuntamiento de Barcelona remitió de motu proprio el expediente de la contratación al juez el pasado 28 de septiembre. En el mismo consta el informe en el que Soler justifica el acuerdo con Nóos por la intención municipal de crear una red de grandes ciudades europeas vinculadas al deporte. Soler buscó en Nóos el «asesoramiento de una empresa especializada» y se decantó por su oferta porque era «la mejor». Al no rebasar los 12.020,24 euros no era necesario convocar un concurso y el contrato se podía adjudicar a dedo.
El pasado marzo, con la investigación a Urdangarín en pleno apogeo, el concejal del PP de Barcelona Xavier Mulleras pidió explicaciones al alcalde. Soler justificó entonces la contratación con Nóos por «su conocimiento del sector deportivo internacional», un ámbito reducido «de difícil acceso» que «habitualmente funciona a través de relaciones personales y de confianza». Urdangarín, recalca, «tenía este perfil».
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