Motociclismo

Honda

Una lección para el «doctor»

Un motero clásico diría que Lorenzo le levantó las pegatinas a Rossi en Estoril, mientras que un experto en la materia comentaría que el mallorquín puso un ritmo en la segunda mitad de la carrera imposible de seguir para la actual versión de Valentino. Ambas son dos maneras distintas de explicar la realidad de la máxima categoría en este fin de temporada.

Lorenzo reina en Estoril por tercer año consecutivo
Lorenzo reina en Estoril por tercer año consecutivolarazon

Jorge dio ayer una lección al «doctor», un aviso para el futuro próximo acerca de lo que le puede esperar al italiano la temporada que viene. El rey en estos momentos es el mallorquín y en Portugal se dio el gusto de demostrárselo a Rossi con contundencia. «Vale» arrancó fuerte en una pista que no estaba ni mojada ni seca, se puso en cabeza y decidió marcharse en solitario. Lorenzo no se fiaba demasiado del estado del asfalto y le dejó marchar hasta más de un segundo y medio de ventaja. Cuando sus neumáticos cogieron temperatura, Jorge superó a su rival con una superioridad difícil de asimilar para un nueve veces campeón del mundo y se fue después sin darle la opción de un cuerpo a cuerpo.
Rossi ya ha anunciado que se operará del hombro la próxima semana, cuando acabe el Mundial y una vez que se haya subido por primera vez a la Ducati. Ahora, sus problemas físicos pueden servirle de excusa, aunque no son suficientes para explicar los casi nueve segundos que cedió con su todavía compañero de equipo en la meta. «Todo fue bien hasta que Jorge cogió su ritmo», reconocía «Il dottore», incapaz de evitar la victoria número 12 de Lorenzo.
El campeón está dispuesto a seguir disfrutando de un año perfecto y a superar todos los récords que estén a su alcance. Muy distinto es el planteamiento de Pedrosa en este fin de temporada, sufriendo todavía las consecuencias de su caída en Japón. «Cuando era casi tercero, no sentía la palma de la mano y no podía reducir marchas. Tendré que hacerme un examen para ver qué le pasa al nervio», aseguraba Dani, que ya piensa en el curso 2011.