Armados hasta los dientes

El fuerte dispositivo de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra para evitar la entrada de los «indignados» al parque de la Ciutadella de la ciudad fue un éxito. Pese a ello, la actividad de estos exaltados, ya dominada sin disimulo por el movimiento «okupa» y antisistema, se mantuvo en todo momento en una actitud agresiva, mostrando sus armas. Parte de los «indignados» aparecieron en el parque de la Ciutadella con extintores, palos, piedras y latas vacías. No las utilizaron contra los Mossos y la Guardia Urbana, pero los jóvenes que se manifestaron en las cercanías del Parlament exhibieron extintores y se dedicaron a lanzar latas de cerveza vacías a indefensos peatones. Las tácticas guerrilleras de los radicales demostraron ser herederas de la «kale borroka» vasca. La conexión entre los movimientos independentistas del País Vasco y de Cataluña existe, pero hasta ahora no se había hecho patente dentro del movimiento de los «indignados».

Ayer la situación cambió, y pese a que no hubo graves cargas policiales durante la mañana, lo cierto es que los «indignados» violentos iban bien armados. En todo momento no hicieron caso de uno de sus lemas, favorable al pacifismo. Fuentes de los Mossos d'Esquadra confirmaron a LA RAZÓN que efectivamente los «indignados» situados en los alrededores del parque de la Ciutadella llevaban consigo armas, sacadas de los lugares más inesperados. Como siempre sucede en estos casos, una de las complicaciones fue el efecto llamada, que provocó la llegada de numerosos jóvenes antisistema de Barcelona, que, según fuentes de la Policía autonómica, eran idéntico grupo que normalmente protagoniza los habituales altercados de las manifestaciones desarrolladas en la ciudad. Las mismas fuentes policiales lamentaron que los indignados «vayan de pacifistas, provoquen todo tipo de altercados y luego aseguren que no tienen nada que ver con los hechos».