Nuevo escenario

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un organismo escasamente dependiente de su vinculación gubernamental, augura en su último sondeo, publicado ayer, una derrota sin precedentes para el Partido Socialista y, en especial, el murciano, al atribuirle dos de los ocho diputados en lista. De confirmarse este pronóstico los socialistas perderían un tercio de su actual presencia en la Cámara baja murciana, e, incluso, ponen en peligro su continuidad futura. Lo que está en juego es mucho más serio de lo que en teoría puede parecer, pues el resultado electoral marcará un antes y un después del socialismo regional y el devenir de esta formación para los próximos años. Si al tiempo UPyD sube en un par de puntos e IU otros dos con sólo abrir el paraguas de lo que pierda el PSRM-PSOE y el PP ascendiera otro escaño más a los siete que ya tiene, los socialistas murcianos quedarían gravemente dañados, no sólo para el futuro inmediato, sino también para los restos. Estos son unos comicios más importantes de lo que aparentan, pues el mapa electoral puede cambiar hasta lo impensable y dibujar una nueva Cámara que condicionaría las políticas futuras en los próximos años. Para completar esa debacle del PSRM basta con pensar que a los socialistas tampoco le servirían alianzas futuras, ya que la aritmética que se dibujaría en el nuevo Parlamento la haría inviable. La encuesta del CIS realizada en Murcia a partir de 420 encuestas en 30 municipios se basa en el presupuesto de que el PP nacional obtenga entre 190 y 195 diputados, mientras que el PSOE de Rubalcaba sólo lograría una horquilla de entre 116 y 121 escaños. Las causas de la posible derrota electoral de los socialistas murcianos son harta conocidas: contradictoria política hidrológica; bloqueo a los proyectos más sensibles en materia de infraestructuras para la Región; negación sistemática del pago de la deuda histórica; medio millón de murcianos invisibles cuyos servicios no son satisfechos por el gobierno central pero con cargo a las arcas de la Comunidad Autónoma; rechazo sistemático al pago de servicios y obstrucción a todo tipo de reclamaciones en materia de ayudas agrarias, así como un puñado de cosas más que delatan el anti murcianismo del PSRM-PSOE. Sólo hemos enumerado algunas de las múltiples causas que indican el hundimiento del socialismo regional. No es baladí que los resultados de esta formación política desde hace 15 años sean los mismos: derrota, tras derrota. El cuerpo electoral de la Región conoce perfectamente a sus representantes y sabe, como nadie, quienes defienden sus intereses sin dobleces de ningún tipo. PP, PSOE e IU no pueden engañar a nadie. Los electores saben quién ha estado en la defensa de los intereses de la Región y quiénes han jugado sin convicción alguna. Esto que en teoría puede parecer una simpleza, no deja de ser la médula espinal del comportamiento de los votantes y es, determinante, a la hora de elegir a sus representantes con la seguridad de que no les fallarán. De producirse el corrimiento electoral que vaticina el CIS la Región contará con un nuevo escenario en Cartagena que determinará el futuro de la Comunidad en un momento de especial interés para el futuro, ya que la crisis y salida de la misma necesita de políticas sin titubeos para afrontar, de la mejor manera posible, los retos que se nos plantean. Una posible victoria electoral de Pilar Barreiro, con un Partido Popular sólido y un Valcárcel decidido es otra garantía de futuro. Dentro de 14 días saldremos de dudas cuando los murcianos confirmen o rechacen el vaticinio del CIS.