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Paga lo que debes por Josep Maria Rañé

La Razón
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Toma chocolate! ¡Paga lo que debes!», rezaba el estribillo de una canción de origen caribeño que sonaba hace tiempo, cuando la morosidad no solo estaba mal vista sino que, en general, se vivía con vergüenza por el desprestigio personal que significaba.

Hoy parece que eso ha cambiado, a peor, porque ni se abonan ni se reconocen esas deudas. El Gobierno de España debe al Govern de Catalunya 759 millones de euros. Es el coste de no haber realizado en los años 2008 y 2009 todas las inversiones en infraestructuras competencia del Estado a las que venía obligado por Ley Orgánica. ¡No olvidemos que el Estatut lo es!

Así se le reconoció nada más llegar al president Mas, por ello ambos (gobierno central y catalán) lo consignaron en sus respectivos presupuestos. No es el caso de los 1.400 millones del fondo de competitividad, que sigue en litigio si debían ser abonados este año o el 2013.

Se puede argumentar que todavía no ha acabado el año, que fruto del traspaso de gobierno el Ministerio de Hacienda que dirige Elena Salgado, y si se lo ha pedido el equipo de Mariano Rajoy, no lo abone ahora y sea el gobierno entrante quien lo haga. Eso se puede entender, aunque cuesta compartirlo. Pero lo que resulta incomprensible es que, si no se lo han pedido, demore este y otros pagos para ofrecer la imagen de unos números más holgados en el traspaso de cuentas.

Hay que pagar lo que se debe, ¡Y esto se debe! O explicar por qué no se hace.