El hábito sí hace a Vincent Cassel

Cuando Matthew Gregory Lewis publicó en 1796 «El monje», además de inaugurar la narrativa gótica, el autor, que todavía no había cumplido los 20 años, provocó un auténtico escándalo. Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière intentaron sacar adelante una adaptación cinematográfica que no llegó a ser realizada. Sí lo hicieron dos producciones que preceden a ésta, de Dominik Moll. «La novela era un ajuste de cuentas con la religión católica. En la película me interesó más la historia del amor trágico, muy alejado de la línea de debacle sexual que siguió el libro», explica Moll sobre su película, que narra la bajada a los infiernos de un religioso, Ambrosio, atormentado por sus problemas de conciencia derivados de su descubrimiento de las mujeres. Protagonizada por Vincent Cassel, se trata de una película hispano-francesa «porque España era el país más representativo del catolicismo, por ello la fórmula de la coproducción era la más adecuada», añade Moll.

Cassel, el inestable
Los conflictos de la novela, caducos en la actualidad, retoman la vigencia a través de una enseñanza que apunta el director: «El peligro que supone intentar llenar la vida con un solo aspecto». Cassel, por su parte, parece cada vez más especializado en interpretar a hombres de carácter inestable: «Cisne negro», «Un método peligroso» y, ahora, «El monje». El propio Cassel también se ha hecho esta pregunta. «No tengo una vida atormentada. Un día le pregunté a Cronenberg por qué siempre me ofrecía este tipo de papeles. Me contestó que parecía un hombre muy equilibrado y que me sentaba bien», asegura el actor.

Sobre Ambrosio, el actor explica que «en su vida existen elementos suficientes para convertirse en un asesino en serie. Lo que yo interpreté es lo más parecido a un niño grande: da todo tipo de consejos sin ninguna experiencia». Ambientada en el Madrid del siglo XVIII e interpretada también por Sergi López, llega a nuestra salas tras su paso por San Sebastián, Sitges y Sevilla.