Ferias taurinas

Ventura triunfa Hernández aprieta

-Las Ventas. 17ª de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de la ganadería de Flores Tassara, correctos de presentación pero fríos de salida, destacó el 5º.Lleno. -Sergio Vegas, pinchazo, rejón trasero (ovación); metisaca, dos pinchazos, rejón, pie a tierra, descabello (ovación).-Diego Ventura, rejón caído (oreja); rejón entero, pie a tierra, descabello (oeja).-Leonardo Hernández, dos pinchazos, rejón entero (ovación); rejonazo (dos orejas).

Ventura abandona Las Ventas en volandas
Ventura abandona Las Ventas en volandaslarazon

Con el corazón en un puño,sobrecogidos aún por la escalofriante cogida sufrida anteayer por el madrileño Julio Aparicio, el serial isidril recobró ayer el pulso con la vuelta de las cuadras al patio de caballos en un segundo festejo de rejones que sirvió para demostrar el magistral momento de forma de un Diego Ventura con más ganas que nunca tras un año en blanco en Madrid y el desparpajo de un Leonardo Hernández que, a golpe de puerta grande, reclama sitio. A las primeras de cambio, en su primera comparecencia de las tres que la empresa este año sí decidió concederle tras negárselas en 2009, lo que propició su ausencia entonces, el portugués afincado en tierras sevillanas también abrió la puerta grande con sendas orejas y quiso dejar claro por qué ocupa la cima del toreo a caballo en collera con el navarro Hermoso de Mendoza. Ventura comenzó a justificar su apuesta–gesto en cuanto asomó por toriles el primero de sus astados. Con «Maletilla» enceló al codicioso astado de la Viuda de Flores Tassara con dos emocionantes rejones de castigo que aplomaron en demasía al burel. Pese a todo, «Revuelo» hizo honor a su nombre en banderillas, antes de que de la doma de la albina «Ginés» calentara la grada. «Califa» puso la guinda con tres cortas consecutivas y un rejón de muerte caído que le valió para cortar la primera oreja de la tarde. Ante el buen quinto, recogió con «Triana» al animal más bravo del encierro y templó con «Orobroy», pero fue el castaño «Nazarí» el que más caló en el público. En ese momento, volvió a pisar el albero «Califa», muy torero toda la tarde. En las cortas, puso la plaza del revés. El teléfono y toda clase de desplantes, volcado literalmente sobre el morrillo. No falló a espadas y certero al primer golpe de verduguillo cortó otro apéndice para redondear su quinta puerta grande consecutiva en la Monumental de Las Ventas. Leonardo Hernández, que regresó a Las Ventas apenas una semana después de descerrajar la primera y, hasta ayer, única puerta grande de lo que va de «isidrada». Tres orejas tres cortó el 12 de mayo, ayer volvió a irse en volandas.El pacense recogió el guante de sustituir a Álvaro Montes, y asumió el reto con la voracidad de las grandes figuras del toreo. No pisó el albero en falso, dejando claro que no venía como mera comparsa. Buena prueba de ello, fue la cornada que recibió «Duque» en los cuartos traseros cuando clavaba los rejones de castigo al tercero. Murube paradito que no dio facilidades y que arreó de lo lindo en los encuentros. Para solventar la papeleta, volvió a encomendarse a «Olé», «Quieto» y «Xarope», genial en los rehiletes cortos, responsables de su triunfo dos miércoles atrás. El discreto manejo con los aceros disipó cualquier atisbo de premio. Con el que cerró el festejo, Hernández salió más enrabietado aún, fruto del percance de su equino. Sacó a «Verdi», una de las estrellas de su cuadra. Quebró una. Dos. Hasta tres veces en largo. De punta a punta del ruedo. «Xarope» terminó de meter en el canasto al respetable con las cortas. Tras varias pasadas en falso para asegurar, esta vez el rejón fue fulgurante y desorejó al animal, quizás demasiado premio, para acompañar a Ventura camino de la calle Alcalá.Por su parte, Sergio Vegas ejerció de telonero de estos dos monstrúos del rejoneo con dignidad a la grupa, pero discreción con la tizona. El vallisoletano estuvo arrebatado en su regreso al primer coso del mundo tras cinco años de ausencia –desde el 14 de agosto de 2005–. El de Rueda logró los pasajes de más mérito de su actuación en el cuarto con «Chispito» clavando varios garapuyos quebrando y al violín al mismo tiempo. También lució con «Fary», pero topó en hueso una y otra vez. Saludó aún así una ovación. Ante el primero, se ajustó, destacando a lomos de «Fary» de nuevo gustándose en los cambios de pista por los adentros.