País Vasco

Las víctimas necesitan la derrota de ETA por Antonio BASAGOITI

En los últimos años se ha avanzado notablemente en el reconocimiento de las víctimas del terrorismo. Del olvido de los ochenta, cuando en el País Vasco tenían que sacar los ataúdes por la puerta trasera de las iglesias, al siglo XXI en el que se realizan actos institucionales, foros y homenajes en recuerdo de las víctimas.

La Razón
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La evolución de la decencia democrática con las víctimas, en la que ha habido episodios cruciales como la rebelión ciudadana en el secuestro y asesinato de mi compañero Miguel Ángel Blanco, ha servido para hacer algo de justicia. Pero aún queda lo principal. Ahora toca algo más y de mayor calado. Es el momento del que creo único reconocimiento de fondo, la derrota del proyecto totalitario de ETA.

No hay que olvidar que esta banda terrorista asesina con una motivación, con la intención de imponer una «Euskal Herria socialista» al conjunto de los españoles. ETA perpetra los atentados con el objetivo de acabar con la pluralidad en el País Vasco, someternos a su modelo marxista y romper la unidad constitucional. Están en las cárceles por causar estragos, amenazar, secuestrar o asesinar, pero todos esos delitos los han cometido con un propósito político y una actitud fanática.

Por eso, y ese es el quid de la cuestión, las pretensiones políticas de ETA deben ser derrotadas, como recoge el acuerdo para el cambio vasco entre el PP y el PSE. Cualquier otra cosa, por mucho que esté aderezada con medallas, fondos económicos o monolitos sería tan grave como dar sentido a los asesinatos, sería haber hecho útil el terrorismo.

Y la derrota de ETA es, además de que los culpables cumplan sus penas y reconozcan el daño causado, que no se mueva una sola coma del Estatuto de Gernika ni de la Constitución ni por asesinar, algo que hasta ahora no ha ocurrido, ni por dejar de asesinar. Ahora, gracias a la eficacia policial, reformas legislativas o el ejemplo de los colectivos de víctimas se ha avanzado hacia el final del terror, y eso hace que debamos estar especialmente vigilantes para que triunfe definitivamente el Estado de Derecho y los marcos de convivencia.

Siempre que la banda está débil sobrevuelan riesgos basados en planteamientos interesados que pretenden atajos en forma de incentivos políticos a ETA. Ahora el riesgo se llama Sortu o Bildu y se apellida Batasuna porque necesitan colar a su brazo político en las instituciones para reanimar sus pretensiones políticas.

Por eso hay que ser más exigentes que nunca; no deben llegar de ninguna manera a los ayuntamientos los del proyecto totalitario, y el Gobierno debe asumir su responsabilidad siendo firme. Y por eso ahora, los políticos tenemos que blindar la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Y por todo ello afirmo que no existe mejor reconocimiento para las personas a las que les han arrebatado la vida que la derrota de ETA, el único final decente y digno para las víctimas y para la democracia.
 

Antonio BASAGOITI, Presidente del PP en el País Vasco