«Buscando a Eimish»: Paisajes desde el tren

¿A qué huele el cine independiente español? ¿Y las nubes? Pues a eso mismo. La novata Ana Rodríguez Rossell demuestra que se trata de una chica valiente, amante de la comedia romántica europea, de Coixet, Won Kar-Wai, de los viajes en tren y esos paisajes que fragmentan los cableados del teléfono, de los personajes cobardes, perdidos y sentimentalmente casi desnudos, aunque el producto final nos parece un tanto insulso y siembra la impresión de que esto ya lo habíamos visto y oído antes aunque con ligeras variaciones. Un tipo que interpreta Óscar Jaenada de manera asombrosamente apática decide buscar a su pareja cuando ésta lo abandona y, de pronto, descubre ese pasado tan triste que desconocía de la joven, incluida una madre desnaturalizada que interpreta Emma Suárez encorsetada en trajes rojos a lo Docce & Gabbana. Narrativamente, la cineasta demuestra saber lo que quiere a golpe de saltos temporales sincopados, lástima que la historia termine por traernos al pairo por el escaso atractivo de los protagonistas, que de tan perdidos y jorobados acaban por resultar tediosos.