Cirugía
Tratamientos pioneros al galope
MADRID- Cada año 5.000 mascotas son asistidas en las consultas del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), situado en el municipio madrileño de Villanueva de la Cañada. Es «un hospital universitario de referencia», en palabras de Isabel Rodríguez, reponsable del Área de Medicina y Cirugía. El cuadro profesional se compone de unos 60 veterinarios y 200 alumnos en prácticas; en paralelo, la Universidad mantiene colaboraciones con otras entidades académicas del país en proyectos de investigación conjuntos.
De esos 5.000 pacientes, 250 son caballos o yeguas que requieren ayuda médica especializada. Toda clase de equinos encuentra cabida en la UAX: desde deportistas de élite –en competiciones de salto o carreras– hasta caballos de paseo que pastan y galopan ociosos en haciendas de campo. Las dolencias más habituales son las lesiones musculoesqueléticas y enfermedades del aparato digestivo; es decir, fracturas de articulaciones, tendinitis o cólicos equinos.
Tras la visita de reconocimiento, en la que se examina y diagnostica a los caballos y yeguas, las técnicas de recuperación serán cirugía simple o rehabilitación mediante diversos métodos. La natación es uno de ellos a la vez que sirve de entrenamiento; si bien los animales no compiten en esta disciplina, la sumersión potencia las capacidades cardio pulmonares que sí son requeridas para sus propias actividades.
Algo desconocido es el secretismo que rodea al mundo equino; Isabel Rodríguez nos explica que «la identificación de los pacientes es algo delicado; no se puede dar nombres y a veces incluso hay que ocultarlos. Estamos hablando de ejemplares que pueden alcanzar los 200.000 euros en el mercado. Además, hay caballos de carreras y es conveniente que sus lesiones permanezcan en secreto».
Si en el peor de los casos, el animal necesita cirugía, la infraestructura del hospital es autónoma y los caballos, además de poder permanecer hospitalizados las 24 horas del día, son intervenidos sin necesidad de desplazarse del recinto. A las salas de operaciones se suman unos 45 boxes para hospitalizaciones que se alargan en el tiempo.
Según apunta Rodríguez, «para calcular los gastos y dimensiones técnicas de los tratamientos en caballos, hay que multiplicar por 10 los de los humanos. Ocurre lo mismo con el peso: mientras un humano puede estar entre los 50 y 90 kilos, un caballo alcanzará la tonelada completa. Por lo demás, sorprende ver cuántas patologías se tratan indistintamente en las piernas de un futbolista o en las patas de un caballo de carreras». Y el material, no podría ser menos: el hierro sustituye al aluminio en la construcción de las mesas de operaciones, que además están acolchadas; la fibra de vidrio funciona como escayola para inmovilizar los miembros; o para mover al paciente, en lugar de celadores, se requiere una grúa mecánica. «El número de profesionales sanitarios por operación si que no aumenta proporcionalmente», explica la encargada del área médica y quirúrgica en la clínica universitaria.
Veterinaria médica especializada
Además de gatos, perros o roedores, es creciente la tendencia a recibir especies exóticas. Desde hace unos años, tenerlas por mascotas domésticas está a la orden del día y de ahí que los historiales médicos de hurones, iguanas y aves se multipliquen desde hace años.
Incluso, en algunas ocasiones el hospital se ha trasladado, en forma de UVI móvil, a circos ambulantes para atender a elefantes, tigres o leopardos convalecientes.
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