Murcia

Fraude por Manuel Muñoz Hidalgo

La Razón
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De lo que se debe hacer a lo que se hace nada tiene que ver. Para sacar beneficio se utiliza el engaño en perjuicio ajeno. Ha pasado mucho tiempo de la Utopía de Tomás Moro y la dramática situación no deja lugar para las ilusiones, para la esperanza y para la igualdad. La cultura despierta conciencias. Los que imponen la necedad, la ineptitud de sus malas gestiones a los problemas generados por el despilfarro, el fraude, la corrupción y el absolutismo no aceptan el motor que impulsa el progreso: La educación y la ejemplaridad. Es cierto que ni son todos los que están ni están todos los que son, pero el rechazo a las opciones del pueblo, que es humilde, abnegado, que todo o casi todo lo aguanta, es intolerable cuando la gente se cansa del abuso y el chantaje de quienes ha confiado. Es para tomarlo muy en serio, cambiar la provocación por el diálogo y la transparencia. El pueblo no es culpable de tantos ladrones y sinvergüenzas que mienten por costumbre y además aparentan creerse lo que dicen, Rescatan a los bancos y ahogan a los ciudadanos. Las leyes se han hecho para el pueblo. Las políticas no se deben hacer para los acreedores sino para los ciudadanos que se gobierna. 500 familias son deshauciadas al día y entre ellas algún suicidio. ¿Esto no es más opresión y miseria por engaño? Y es que la peor crisis de hoy es la falta de moral.