Los precios suben un 23% un punto más que los salarios en octubre

MADRID- Contención salarial. Ése es el mantra que repite el empresariado desde que comenzó la crisis. Que sus asalariados trabajen más y ganen lo mismo que antes de que empezara la recesión se ha convertido en la obsesión de los empleadores. Y, como no podía ser de otro modo, la aplicación de esta política ha desembocado en un retroceso del poder adquisitivo de los españoles que, mes tras mes, ven cómo los precios escalan por encima de lo que suben sus salarios. En octubre, el IPC subió un 2,3% en tasa interanual, dos décimas más que en septiembre y un punto porcentual por encima del incremento salarial medio pactado en los convenios registrados en los diez primeros meses del año, que fue del 1,3%, según los datos avanzados por Trabajo la pasada semana. Es la mayor subida en año y medio, desde que en noviembre de 2008 escalara un 2,4%.

Los productos energéticos están detrás de esta subida, según explicó ayer Economía. De las dos décimas de incremento, 1,5 son achacables a este factor. Sólo la electricidad –el recibo de la luz subió un 4,8% el pasado mes– contribuyó cerca de una décima a la aceleración del IPC.

El incremento de nueve décimas con respecto a septiembre tiene que ver con el fin de las rebajas –algunas comunidades las extienden al citado mes– y la llegada de la nueva temporada. Ambos factores resultan decisivos para explicar la subida del 11,1% y del 9,4% que registraron las prendas de vestir y sus complementos, respectivamente. También fue muy notable el incremento de precios del calzado, que escaló un 6%.

La inflación subyacente, que excluye los alimentos y los productos energéticos, los más volátiles, se mantuvo en el 1,1%, lo que mantiene, según Economía, la tasa interanual moderada que se ha observado en los últimos meses. Al no incorporar los elementos más inestables, este indicador se emplea como indicador del consumo. El hecho de que se mantenga casi inalterado en los últimos cuatro meses indica que los ciudadanos no consumen y las empresas deben ofrecer sus productos a bajo precio para hacerlos atractivos.