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Los Presupuestos no incluirán el ajuste de gasto que exigiría el 44% de déficit
Madrid- Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno presentará a finales de marzo no incluirán el brutal, «inmanejable» –como lo califican en Moncloa– recorte del gasto público que exigiría ajustar el déficit a finales de año a ese 4,4 por ciento que la Comisión Europea fijó para España cuando aún se esperaba que la economía creciera en 2012 y que el año anterior, 2011, se cerrase con un déficit del 6 por ciento.
La Comisión Europea volvió a reiterar este jueves que España debía ajustarse al objetivo de déficit ya conocido, el 4,4 por ciento, y lo hizo al tiempo que oficializaba un crecimiento negativo del 1 por ciento para 2012. Un claro empeoramiento respecto a sus anteriores proyecciones, presentadas en octubre y en las que estimó un crecimiento moderado del 0,7 por ciento.
Bruselas, por tanto, ha escenificado que no se mueve de su posición, y el Gobierno interpreta que en esa pública inflexibilidad está la exigencia de no dejar de mirar a los mercados y de evitar mensajes de cesión que abrirían la veda a otros países europeos que tienen que afrontar también duros procesos de consolidación fiscal. Pero una cosa es lo que se está viendo en el escaparate público y otra lo que está sucediendo en privado.
Fuentes solventes del Gobierno confirmaron ayer a este periódico que la elaboración del techo de gasto y del cuadro macroeconómico, así como de los ajustes que incluirán los Presupuestos Generales del Estado de 2012, se hará en paralelo a una negociación con la Comisión Europea para que revise el déficit. Es una negociación discreta, ya en marcha, por parte de Economía y del comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, a quien se le adelantarán los planes de futuro.
La razón que argumenta el Gobierno es que no es aceptable, ni viable económicamente, pasar de ese planeamiento inicial de un recorte del déficit en un año de 2 puntos a duplicar el alcance del ajuste. De haberse cumplido el objetivo que el Gobierno socialista asumió en 2011, España tendría que recorrer este año el camino que la llevara del 6 por ciento, décima arriba, al 4,4 por ciento. En esa negociación discreta en marcha la posición del Gobierno es que el 4,4 por ciento exige medidas de ajuste adicionales tan extraordinarias que empeorarían, «seguro», el escenario económico de España: más recesión, menos crecimiento y más paro.
«Estamos hablando de unos 40.000 millones de euros en total», recuerdan. Quieren un acuerdo en un punto medio entre el 4,4 por ciento y ese 6 por ciento al que deberían ajustarse si se aplicase la regla inicial de los dos puntos de rebaja del déficit por año. «Ni para ti ni para mí, el acuerdo estará entre el 4,4 y el 6 por ciento», resumen en Moncloa.
En el equipo económico trabajan ya, de hecho, en un ajuste del gasto público «importante, pero razonable», y que culminará en una importante reforma más estructural del mismo que irá en los Presupuestos de 2013, que el Gobierno empezará a elaborar muy poco después de que haya presentando los de este año. En esas cuentas de 2013 estará la revisión estructural del gasto sanitario y educativo, así como de otros capítulos fundamentales del Estado del Bienestar, para «garantizar su sostenibilidad». El Gobierno no está yendo a Bruselas con las manos vacías: ya ha hecho un importante ajuste (15.000 millones de euros) y el que prepara será de «choque».
«La Comisión Europea es consciente de que cualquier mini brote verde se puede marchitar si España cumple con lo que hoy le exige formalmente Bruselas. Nosotros mantenemos que cumpliremos lo que nos manden, y será así, pero ellos también saben que hay que repartir la carga en dos años. Se nos está pidiendo un esfuerzo titánico y basta compararlo con el ajuste de 10.000 millones de euros que tuvo que hacer el Gobierno de Zapatero», comentan las fuentes consultadas.
El Ejecutivo mantendrá el discurso de firmeza y compromiso con el déficit que ha defendido desde que tomó posesión, porque cualquier duda puede afectar a la confianza de los mercados y aumentar las dificultades para financiarnos. Pese a la barra libre del Banco Central Europeo (BCE), la prima de riesgo sigue moviéndose en torno a los 300 puntos básicos, una cifra peligrosa. Y es que para la UE, Italia y España siguen siendo vistos como dos puntos rojos de la eurozona. De ahí la prudencia en el terreno público, aunque de puertas para adentro el Gobierno esté trabajando ya con otro escenario distinto al que refleja el espejo. Ayer, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no quiso anticipar ningún escenario en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Y las distintas preguntas sobre las exigencias de Bruselas y los Presupuestos de marzo las despejó con las declaraciones que Mariano Rajoy hizo en Roma el pasado jueves. Eso sí, con alguna andanada para el PSOE, como la de echarle en cara que ellos sí actuaron por electoralismo cuando eludieron la presentación de los PGE de 2011, «teniendo once meses por delante». Sáenz de Santamaría también contestó a la exigencia del PSOE de que presenten los de 2012 antes de finales de marzo recordándole que el Gobierno de Felipe González, cuando ganó las elecciones del 82, «tardó seis meses en presentar un proyecto de Presupuestos».
Una tramitación exprés
- El próximo 31 de marzo, el Gabinete de Rajoy tendrá listo sus primeros Presupuestos Generales del Estado, los de 2012, después de prorrogar las cuentas del año pasado el pasado 30 de diciembre.
- A partir de esa fecha, comenzará una tramitación urgente en el Congreso de los Diputados para la aprobación de las cuentas estatales de este año.
- Previamente, los Ministerios de Economía y Hacienda diseñarán el cuadro macroeconómico, que las sustentará. Con ese cuadro, diseñará el alza de gastos y de ingresos y, en consecuencia, el déficit.
- Hace ya semanas que el Departamento de Cristóbal Montoro se puso manos a la obra y estudió los distintos capítulos de gastos de los Presupuestos.
- Ahora tendrá que decidir si recorta o congela el capítulo primero de las cuentas del Estado, referido al gasto de personal.
- El resto de las partidas son habas contadas. Las pensiones se revalorizarán el 1%, porcentaje previsto de crecimiento este año de la inflación. El capítulo de los intereses de la deuda será, sin duda, el que mayor incremento registre.
La lupa
Báñez pide disculpas por la rebaja a los pensionistas
La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, ha enviado una carta pidiendo perdón a los 853.072 pensionistas que verán disminuir sus prestaciones desde este mes debido a la subida del IRPF. El Gobierno, según adelantaba ayer el diario económico «Expansión», ha enviado dos cartas a los pensionistas. La misiva firmada por Báñez asegura que «este Gobierno está comprometido con el mantenimiento y mejora de nuestro Estado del Bienestar». La carta firmada por la directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social lamenta «los inconvenientes que esta situación le haya podido ocasionar». Según esta misiva, la rebaja media será de entre 72 y 84 euros anuales.
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