Congreso de los Diputados
Una última sesión de control fría y rutinaria
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vivido una última sesión de control en el Congreso fría y rutinaria, con reproches al balance de sus dos legislaturas y, a diferencia de lo que sucedió la semana pasada en el Senado, con poquísimas despedidas de cortesía o mensajes personales de buenos deseos.
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, sí le ha deseado "muy buena suerte"al final de su intervención, pero tan al final que los micrófonos del hemiciclo no han captado sus palabras. Luego, en el pasillo, ha reiterado que "desde el punto de vista personal"le desea "la mejor de las suertes", pero ha aprovechado para volver a echarle en cara que "la herencia que deja es mala".
Zapatero volverá a pisar el Hemiciclo este jueves para la votación de varios decretos-ley, como él mismo ha recordado a los periodistas. Sin embargo, salvo que decida intervenir en ese pleno, sus últimas palabras como presidente en la Cámara ya las ha pronunciado, y han sido para defender, aunque sin nombrarle, al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.
TRAS EL DEBATE, CON RUBALCABA
"Los españoles quieren líderes que ofrezcan algo, no sólo ataques y sobre todo que ofrezcan confianza y es lo que veremos en el futuro inmediato", ha dicho al final de su último 'duelo' parlamentario con Rajoy. Y justo después ha dejado el Hemiciclo en dirección a la zona de Gobierno acompañado por Rubalcaba, así que, al contrario que en otras ocasiones, no se ha quedado a escuchar las preguntas dirigidas a sus vicepresidentes.
Zapatero ya dedicó unas palabras de despedida a la Cámara al final del Debate del estado de la Nación y lo cierto es que la sesión de este miércoles no ha tenido en absoluto tintes de despedida. Y eso que, a preguntas de los periodistas a su entrada al Hemiciclo, el jefe del Ejecutivo ha reconocido que sentirá algo de nostalgia de su vida de diputado, que comenzó en 1986 y que ahora termina.
UN MAL BROCHE Y TRES INTERROGANTES
La primera pregunta de la sesión para el presidente le tocó a la diputada de Na-Bai, Uxúe Barkos, que le acusó de haber puesto un "mal broche"a sus mandatos con la 'reforma exprés' de la Constitución y dejar tres "interrogantes", la lucha contra el dsesempleo, el modelo de Estado e incluso "el valor de la palabra dada".
Luego ha sido el turno para el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que le ha deseado "lo mejor para su futuro". Su breve cortesía ha sido correspondida por Zapatero, que ha agradecido a los nacionalistas vascos su colaboración en esta legislatura, su "sentido de la responsabilidad y su compromiso".
La última ha sido la pregunta de Rajoy y en ese rifirrafe ambos han coincidido en una cosa, en mostrar su confianza en el futuro de España. En declaraciones después en el pasillo, Rajoy ha confiado en que "entre todos"los españoles podrán superar el "reto"de "generar muchos puestos de trabajo"y ha subrayado que, si los votantes le dan su confianza, él estará "encantado"de asumir la responsabilidad de ser presidente tras 30 años de vida política.
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