OPINIÓN: La vida en un post-it

Los Peces
Después de tantos años, continuo sin entender a las mujeres; y a la que menos, a la mía. Si estamos bañándonos en una playa de aguas cristalinas y ve venir un pez de lejos, seguro que comienza a gritar y a huir despavorida hacia la orilla. En cambio, el otro día en un centro de estética, aguantó estoicamente con los pies dentro de una balsa a que cientos de peces se le acercaran y le mordisquearan las pieles muertas. Y encima, pagando.
 
Cine iraní
Entre mis extraños gustos, está el cine iraní. La otra noche, logré arrastrar a mi legítima y a otra pareja para asistir a la proyección de la película Copia Certificada del cineasta Abbas Kiarostami. Les aseguré que se trataba de un film imprescindible. Pero he decidido que, la próxima vez, acudiré solo. Durante las dos horas que duró la sesión, una dio una cabezada y los otros, no cesaron de revolverse en sus butacas. Admito que fue error mío el no informarle de que, «encima», era en V.O.S.E., pero tampoco era para que me mirasen de aquella manera cuando encendieron las luces.

Carola
Llevo dos años trabajando en una nueva novela y tan sólo me restan 20 páginas para concluirla. La protagonista se llama Carola; busqué un nombre sonoro y raro que quedara en la mente del lector. Y, hasta esta mañana, no conocía a ninguna mujer con ese nombre. Pero hoy, cuando atendía a una chica en el mostrador de mi mercería, su amiga le ha dicho: ¡Oye, Carola…! He debido colocar tal gesto de sorpresa al oírlo que, después, no he tenido más remedio que contarle el porqué de mi asombro.

Novela
Aunque resulte raro lo que voy a decir, no es tan distinto escribir una novela que gestionar una mercería. Hay días que, cuando echo la persiana de mi tienda por la noche, tengo la sensación de que cierro la última página de un libro. Son tantas las historias que he escuchado tras el mostrador, tantos y tan variopintos los personajes que han pasado a lo largo del día..., que a veces tengo la impresión de haber leído una novela.