Albacete
Una cascada de agua para climatizar la Universidad
El campus de cuenca cuenta con un nuevo aulario que se climatiza gracias a la temperatura de la tierra y a cristales rellenos de líquido
Ya no es un secreto que las ventanas son una de las principales responsables de que las casas pierdan calor o lo conserven. Soluciones y marcas publicitarias están sustituyendo poco a poco al antiestético y relativamente eficiente doble acristalamiento. Estas ventanas sandwich de doble capa de cristal tienen entre ellas una cámara de aire, pero ¿es posible introducir un fluido que se pueda calentar y enfriar además de aislar por el efecto de este doble cristal?
El nuevo aulario polivalente, como se llama técnicamente, del campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Cuenca no es sólo una infraestructura ventajosa para los estudiantes y las necesidades del rectorado, es también un ejemplo del uso de energías renovables y de la apuesta por la investigación.
Emilio Verastegui, autor del proyecto y arquitecto director de la Oficina de Gestión de Infraestructuras de la Universidad de Castilla-La Mancha, pensó en la geotermia como la mejor solución para mantener la temperatura del edificio a un nivel confortable, reteniendo al mínimo el coste y la contaminación derivada del uso de la calefacción y los aires acondicionados.
A partir de los 16 metros de profundidad la temperatura de la tierra es de 18 grados constantes. Un total de 19 sondeos o agujeros excavados en la parcela a 100 metros de profundidad calientan o enfrían, según las necesidades, los fluidos térmicos de la climatización.
Ocupa una superficie de 2.867 m repartidos en cuatro plantas de aulas y zonas de servicio para los universitarios, en su mayoría estudiantes de periodismo, pero la mayor novedad es precisamente su «muro cortina activo»; una pared de cristal con una catarata en su interior. «Un experimento», en palabras de Verastegui, que decidió instalar esta nueva tecnología. Dos medidas que producen un ahorro del consumo energético del 70 por ciento.
Ventana transparente
Esta pared de cristal, llamada Radiaglass, de 15 metros de alto por diez de ancho ha sido desarrollada por la empresa de base tecnológica ligada a la Universidad Politécnica de Madrid Inteliglass. Miguel Hermanns, uno de sus fundadores cuenta a este semanario que «lo más difícil fue encontrar los aditivos adecuados para tratar el agua, tanto para que no se genere vida, como para lograr un cristal nítido».
Al hablar de agua dentro de una ventana es fácil imaginar una cascada bajando por el interior de la pared, pero nada más lejos, «cuando una jarra está llena no sabes decir si está llena o no con sólo mirarla». Este nuevo producto se presentó hace unos meses en la feria del sector del vidrio, Veteco. Los arquitectos, siempre a la búsqueda de nuevas soluciones para sus proyectos, se quejan de la falta de eficacia de otras productos comerciales como los cristales con tratamiento antiradiación. Parece que este muro cortina activo ha tenido buena acogida, aunque como confiesa el equipo que la ha diseñado «todo el mundo lo quiera ver puesto». Verastegui ha sido el primero en mostrar interés por el invento, con tan buenos resultados, que ya está en tratativas para instalar una nueva pared de agua en el campus de Albacete.
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