El plan de empleo estrella de Griñán: un tercio de lo defraudado en los ERE

Sevilla- Más parecía ayer José Antonio Griñán un comisario económico europeo en Bruselas –que apenas pisó, por cierto, en la última legislatura– que un presidente andaluz en ciernes. Un tercio de su discurso en la Cámara autonómica lo dedicó a analizar el discurrir de la política europea. Cargó contra Merkel y su estricto cumplimiento del déficit –«una Europa alemana siempre fue un desastre; una Alemania europea, un éxito»– e insistentemente contra los mercados. En más de 40 ocasiones hizo alusión a Europa y a aspectos europeos, lo que no llamó del todo la atención teniendo en cuenta el peso que el «dumping» chino o la caída de Lehman Brothers han tenido en anteriores intervenciones parlamentarias.

Contrasta en cualquier caso esta masiva referencia a cuestiones europeas con la fugaz que hizo a los ERE, un caso que ha zarandeado a la Junta en la anterior legislatura hasta poner a los dirigentes socialistas en el mismo precipicio y a algunos, en la cárcel de forma preventiva, como el ex consejero Antonio Fernández o el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero. Adentrado en el tramo final de su hora de discurso, deslizó: «Soy plenamente consciente del impacto en la opinión pública que ha tenido el conocido como fraude de los ERE. Sé que muchos andaluces han valorado la rápida reacción que tuvimos en su investigación y denuncia, pero también sé que nuestros votantes nos han dado su confianza con el encargo implícito de erradicar este tipo de conductas de la vida política andaluza». El consejero de Empleo en funciones, Manuel Recio, asentía desde su escaño.

Desaparecieron ayer del discurso de investidura las numerosas promesas en infraestructuras de otros años. Ni carreteras ni corredores ferroviarios. Las dos únicas con concreción económica son la de llevar a cabo de forma urgente, en 2012, un plan de choque contra el desempleo destinado a jóvenes y parados de larga duración, dotado con 200 millones de euros –el dinero vehiculado irregularmente en el caso ERE es de 647 millones entre 2001 y 2010–, que contempla un programa en materia forestal y un plan de choque para la inclusión social, en el horizonte 2016 y con «al menos» 320 millones de euros.

Las dos medidas parten del Acuerdo Político por Andalucía suscrito con IULV-CA, la coalición de izquierdas que entrará en el reparto del nuevo Gobierno y que hoy votará –con la excepción del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo– a favor de la investidura de Griñán. Un Gobierno «realista, sin aventuras, pero sin claudicaciones» es lo que pretende el próximo presidente andaluz, que dijo en relación al acuerdo alcanzado con IU que supone «compartir políticas, compartir programa y compartir gobierno». Entre todos los anuncios, el más llamativo fue el de una subida de impuestos que puede estar a la vuelta de la esquina. No es la primera vez, de hecho, que Griñán aumenta la presión fiscal. En 2010 ya puso en carga una extensa cesta de impuestos entre los que figuraban el aumento del tramo de IRPF a todos los que ganaban más de 80.000 euros. «Seguiremos avanzando en la progresividad de los impuestos sobre los que tenemos capacidad normativa y explorando las oportunidades no sólo recaudatorias, sino, sobre todo, disuasorias que ofrece la denominada fiscalidad ecológica».