Irene Rodrigo Argüelles: «Creo que volveré cabreada de Camerún»

-Se va a Camerún con la ONG «Zerca y Lejos» (zercaylejos.org.) Estará en la selva. ¿Su gran miedo?-El miedo a lo desconocido. A no saber qué va a pasar, cómo me voy a enfrentar a la vida allí. -Por si acaso, ¿lleva un Tarzán?-Ja, ja, ja. Llevo a mi novio. No es muy cachas, pero me vale, sobre todo porque creo que me va a dar mucho apoyo psicológico.-Me imagino que se ha preparado muy bien...-Me he vacunado contra la hepatitis A, la B, la meningitis, el cólera, las fiebres tifoideas, la fiebre amarilla... Llevo poca ropa, una navaja multiusos, cantimplora, pastillas potabilizadoras de agua y mucho material médico y medicamentos para la gente de allí.-¿También se ha preparado mentalmente?-He buscado el momento idóneo. Creo que ahora estoy preparada.-Ya: ha tenido dudas...-No era fácil decidir. Es vivir una experiencia muy diferente, quizá dura.-¿Ha pensado que la pueden secuestrar?-No. Camerún es un país tranquilo en ese sentido. Eso me han dicho.-¿Le anima el espíritu de aventura, la curiosidad, el deseo de ayudar...?-Ayudar es lo primero; luego, vivir una experiencia que me va a hacer crecer como persona.-¿En qué sentido?-Creo que me hará valorar más la vida, que me ayudará a ver que se puede ser feliz con menos y que nuestros problemas no son nada comparados con los de ellos. Creo que voy a madurar.-¿Sabe qué efecto le causa la contemplación de la miseria extrema?-Me temo que mucha indignación. Creo que volveré cabreada. Y eso es bueno.-¿Quiere ganarse el cielo?-No creo en el cielo ni en el infierno.-Volvamos a la selva. Me imagino que ha pensado en los bichos...-Sí, en las serpientes, y me han dicho que hay algunas muy venenosas. Las temo.-¿Y qué piensa hacer si se encuentra de frente con una?-Dicen que lo mejor es quedarse quieta. Creo que me quedaría quieta y gritaría con toda mi alma.-A ver si tiene suerte y le toca la sorda...

Con firma propiaProfesión: enfermera.Nació: en 1981 en Madrid.Por qué no veranea: va a Camerún a colaborar en un concurso de lactancia materna, dentro de un proyecto contra el sida.