España

Todos de centro

La Razón
La RazónLa Razón

Ahora España es, por los pueblos y las regiones, de derechas. Es decir, nominalmente de derechas porque la nitidez ideológica es un camelo. La definición de los propios partidos, que como último recurso se ha hecho por oposición a la ideología del adversario, ha prescrito: todos huyen de definirse y así no hay quien se aclare. A últimas, la izquierda sólo era lo que no fuera la derecha. Sin embargo, la derecha es Sísifo en la conquista del centro: nunca lo acaba de alcanzar. El centro, tan manoseado, o es casino, o es punto de encuentro, o es casa de tratos. Los comunistas han pactando gozosamente decenas de ayuntamientos con el PP. La atracción del PP por la derecha se intenta disimular. Y siempre acaba asomando por la pernera del pantalón, escondida, para algunos dirigentes populares más de centro, como una abuela en un ropero. En este sentido, la derecha es sólo unos tics, un flanco para el enemigo y unos recuerdos: nada tangible. Los comunistas, a cambio de unos cargos y unos gobiernos, han sometido a análisis morfológico a los del PP y no les han detectado zarpas. Los comunistas se han abrazado con el PP en el centro. IU es, diga lo que diga Cayo Lara, de centro, equidistante. Sólo hay tres opciones y todas de tómbola: a nadie le interesa ser lo que es, nadie sabe lo que es ni lo quiere saber y, la más tenaz de todas, los líderes y los gregarios son lo que haya que ser en cada momento. Ahora, de centro.