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Por decencia y dignidad por Luis Marín Sicilia
Porque ningún país serio puede tolerar treinta años de abusos y ventajismos de los poderes públicos, es cada día mas generalizada la opinión de que el socialismo andaluz necesita una larga travesía en la oposición que regenere a una izquierda política, hoy destrozada por su trayectoria caciquil y altanera.
El escándalo de los ERE falsos, las subvenciones excepcionales, la arbitrariedad, en fin, la forma en que se ha dispuesto de los fondos públicos para el empleo, ha supuesto una verdadera vergüenza nacional que a todos los andaluces debiera de asquearnos propiciando, con ello, el cambio necesario para acabar con este estado de cosas deprimente y nauseabundo.
En este asunto no cabe detenerse en las anécdotas, siendo éstas escandalosas: dinero de los parados para regalarlo a empresas fantasmas o para costear caprichos de burdel, comprar cocaína o correrse una juerga. Pero, insisto, siendo ello repudiable y vergonzoso, lo grave políticamente es determinar por qué esos hechos han sido posibles y dónde se encuentra la responsabilidad de los que auspiciaron, facilitaron y consintieron el camino y los recovecos necesarios para que las cosas ocurrieran así.
¿Hay responsabilidad en los que se han apropiado, gracias a la ausencia de controles, del dinero de los parados para hacer negocios sucios, prejubilar a falsos trabajadores, subvencionar a empresas inexistentes o gastárselo en caprichos lujosos y orgías sin fin? Evidentemente que sí, y los tribunales determinarán, por su carácter delictivo, la sanción pertinente. Pero, conviene preguntarse: ¿Le habría sido tan fácil a los presuntos delincuentes apropiarse con el desparpajo que lo han hecho, de un dinero que, por ser público, debe tener los controles de gasto que las leyes imponen? Sin duda que no. Y llegado a este punto, la pregunta es obvia: ¿Quién habilitó un procedimiento al margen del control parlamentario, financiero y administrativo, contrario al criterio reiterado de la Intervención General de Hacienda? El Gobierno andaluz, presidido entonces por Chaves, y siendo consejero de Economía, el actual presidente Griñan.
En definitiva, el «fondo de reptiles» ha sido posible porque la Junta con la partida presupuestaría 31L y los convenios «ad hoc» con empresas públicas, habilitó unos fondos de los que disponer arbitrariamente, abdicando la propia Junta del ejercicio de las acciones pertinentes para recuperar el dinero indebidamente esquilmado. Y porque ningún país serio puede tolerar treinta años de abusos, Andalucía auspiciará el cambio, por higiene democrática, por decencia y respeto a nuestra propia dignidad.
Luis Marín Sicilia
Presidente del Consejo Asesor del PP-A
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