Sevilla

Los forenses consideran que la dolencia de Eusebio Gaviño es «autoprovocada»

Fue requerido a comparecer tras no acudir al juicio y hoy está citado otra vez

Los forenses consideran que la dolencia de Eusebio Gaviño es «autoprovocada»
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SEVILLA- Eusebio Gaviño ha ido a echarle un pulso a uno de los jueces más estrictos de la Audiencia, el titular de la Sección Séptima Javier González. El empresario imputado en el «caso Camas», tras la suspensión del juicio desde el pasado martes –después de sufrir un ataque de ansiedad en los juzgados–, estaba citado expresamente ayer para ser observado por los peritos forenses y continuar la sesión, siempre que fuera posible. Gaviño ni siquiera se presentó, ante el visible desconcierto de su propia defensa y el enfado del magistrado. La ley del jurado establece que si la vista se suspende durante cinco días el tribunal debe disolverse y elegirse uno nuevo, con lo que, según informó el magistrado, el caso se suspendería hasta mediados de febrero de 2013, tras siete años de proceso.

González se quejó a la letrada Encarnación Molino de que «nada justifica la incomparecencia» de Gaviño, ya que no se presentó ningún nuevo parte médico más allá del que hablaba de «una situación crítica no controlada» y de la recomendación de «evitar situaciones que descompensen el estado psíquico» del imputado. «No está en condiciones y se deriva a Salud Mental», con quien tenía cita Gaviño ayer a las 12:00. La letrada aseguró que el empresario «también fue asistido por el 112 esta madrugada». «No está en condiciones dada su situación clínica», añadió Molino. «¿Ni para ser examinado por los médicos forenses?», cuestionó el juez.

Ante esta situación, el fiscal citó el artículo 746.5 –que implica la detención del acusado– y solicitó «no suspender sin ser examinado por un forense». La acusación particular que ejerce el PSOE apoyó la tesis del Ministerio Público, así como otras defensas. El abogado del ex alcalde de Camas Agustín Pavón, por su parte, recomendó «el traslado del forense donde esté Gaviño».

El magistrado subrayó que «el 26 de octubre se dictó providencia, acordando un retén de dos médicos forenses, al menos uno especializado en Psiquiatría». «No consta una imposibilidad real de traslado siquiera para que lo vea el forense», añadió, instando a que «inmediatamente» se personara en la Audiencia. Eran poco más de las 10:30 y Gaviño no compareció en la sala hasta pasadas las 14:30 horas, tras ser examinado.

Según los forenses, el empresario sufre un «trastorno bipolar depresivo moderado», que se encuentra «estabilizado en sus síntomas con el tratamiento», por lo que el encartado tiene «capacidad para declarar». «Con medicación, no hay síntomas. En caso contrario, sería autoprovocado», aseguró el juez, citando a todas las partes de nuevo hoy a las 10:00.
Gaviño, en ese momento, se puso en pie y alzó la voz para decir: «Esto es inhumano; no estoy para venir; yo estoy hecho polvo». Inmediatamente, el magistrado lo expulsó de la sala. «Me voy yo», contestó. El imputado salió a instancias de la Policía repitiendo: «¡Esto es inhumano!».

Las reiteradas incomparecencias de Gaviño –que ya sufrió ataques de ansiedad durante la instrucción– ya han supuesto un coste adicional para la Justicia de más de 5.000 euros, por encima de 700 por día. El resto de imputados se mostró en contra de un nuevo retraso después de siete años «de calvario».