Francia

Rajoy firme y convencido por Iñaki Zaragüeta

La Razón
La RazónLa Razón

Me fastidiaría que, a estas alturas, un socialista ofreciera una nueva vía para sacar a Europa y, por tanto, a España del abismo. No por encontrarla, bienvenida sea, sino porque derrumbaría toda la fe puesta en la derecha para superar la crisis. Ésta es la reflexión que me provocaron ayer las declaraciones de Rajoy en Onda cero a ese pedazo de monstruo radiofónico como es Carlos Herrera. Afirmaciones que, si no las contradecían, chocaban con las consecuencias que los analistas presagian de la victoria del socialista François Hollande en Francia.
A pesar de las dudas, había aceptado como única ruta la posición firme de Rajoy, ratificada en la emisora, sobre la prioridad del control del déficit, a pesar de hacerlo mediante un rosario infinito de recortes sociales y aumento de impuestos. Un trago tan gravoso como ineludible. Por más inaudito que sea respecto al programa electoral, el discurso cobra sentido tras recibir de Zapatero una herencia económico-financiera trágica e inesperada. El «no se puede gastar lo que no se tiene» emerge concluyente.
La tesis monclovita me satisfizo aún más al ampliar este calvario de reformas a la estructura autonómica, que pide a gritos claros retoques.
La desazón reaparece cuando los vaivenes electorales de Francia y Holanda provocan augurios de cambio en el catecismo radical y de obligado cumplimiento de Merkel. Dicen que, como la ruptura entre estos países es inviable, las posiciones enfrentadas de Hollande desvelarán un camino inédito con luces sobre este mar de sombras que nos envuelve. Lo dicho. No me molestaría que se descubra, sí que no lo hiciera Rajoy. Así es la vida.