Alicante

Fabra no renunciará nunca al Corredor Mediterráneo

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, vivió ayer «uno de los días más importantes de su vida». Y lo hizo acompañado de su mujer e hijos, padres y suegros.En su toma de posesión en Les Corts Valencianes aseguró que nunca iba a renunciar al Corredor Mediterráneo y reivindicó la Declaración de Castellón, de 2005, en la que alcaldes de diversos territorios e ideologías exigían tan importante infraestructura de comunicación.

 
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Para Fabra «ser presidente de la Generalitat es el máximo honor al que puede aspirar todo aquél que tenga vocación de servicio público y crea en esta tierra y en este pueblo». Y dijo acceder a ella con el talante de un municipalista convencido. Por ello destacó la necesaria «cercanía» a las personas para resolver sus problemas, y en ese sentido, se comprometió a recorrer la Comunitat de norte a sur escuchando a la gente, «porque es la única manera que conozco de hacer política».

Convencido de que «del esfuerzo de todos nacen los mejores proyectos» señaló que el suyo de Comunitat sumaba y no restaba, «es un proyecto que crece con la contribución de cada uno de nosotros». Y en ese consenso enmarcó la Declaración de Castellón de 2005.

Centró su proyecto en la recuperación económica de toda la Comunitat, en la creación de empleo y la reducción del paro, en la garantía de una sanidad, educación y servicios sociales de calidad, en la convivencia, el diálogo, la libertad y el respeto, en la mesura en el ejercicio de la política y en conseguir que sea una realidad la llegada del agua, del Corredor Mediterráneo y del AVE a Alicante y Castellón en el plazo más breve posible.

Fabra llamó a la unión y dijo que «cuento con todos para conseguirlo, con todos los alicantinos, valencianos y castellonenses, y cuento con el apoyo de mis compañeros del gobierno, del grupo parlamentario y del PP».

Cambiando al valenciano y abriendo la faceta lírica y sentimental de su discurso, dijo que sus raíces le acompañarán siempre, raíces que nacen, como las del gigante Tomba-Tosslas, del encuentro de la Penyeta Roja y el Tossal Gros.
Consciente de sus circunstancias y de la convulsión política vivida en los últimos meses o años, resaltó que «aspiro a conseguir que se vuelva a hablar únicamente en positivo de la Comunitat Valenciana».

Una cerrada ovación cerró su intervención.
El ex presidente Camps, desde su escaño 43, junto a Barberá y Castedo, aplaudió en pie al nuevo presidente. Rus, dos escaños a la izquierda, también lo hacía.
En la tribuna de invitados estaba el ministro Gabilondo, pero no así la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuya presencia se había anunciado. También el arzobispo y representantes políticos y sociales, sindicalistas y del Ejército.

Por su parte, el portavoz del PP en Les Corts Valencianes, Rafael Blasco, afirmó en un comunicado que con la toma de posesión de Alberto Fabra como nuevo presidente de la Generalitat se inaugura «una etapa de gran futuro para toda la Comunitat», en la que se da «un paso más en la defensa de los intereses de los valencianos».

«En su discurso de investidura, Alberto Fabra ya demostró que su apuesta se basaba en la defensa de los ciudadanos y en el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el programa electoral del PPCV», y calificó a Fabra como «un gran valor, porque va a dar un gran empuje a la defensa del municipalismo, ya que ha sido alcalde de Castellón durante 6 años».

El nuevo jefe del Consell «tiene ante sí el reto de ser el alcalde de todos los valencianos y tiene todas las posibilidades de serlo, porque es cercano, está preparado y conoce perfectamente las necesidades actuales y futuras de esta Comunitat».
El portavoz del PP hizo un llamamiento al resto de grupos parlamentarios «para que se sumen, con sus propuestas, al fortalecimiento de la Comunitat del futuro. En otro caso, serán los ciudadanos quienes lo exijan».

La oposición exige

Por su parte, el portavoz socialista en Les Corts, Jorge Alarte, señaló que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tiene desde hoy la «obligación de defender a los valencianos del ataque que el PP, liderado por María Dolores de Cospedal, ha organizado en contra de ello». El socialista signifique un «punto de normalización institucional y un cambio de época, para que se borre la herencia del pasado y los diputados sean capaces de construir propuestas de futuro».
«Le exijo, en tono institucional, que no permita el ataque del PP contra los valencianos para eliminar al Corredor Mediterráneo entre las prioridades de infraestructuras y empleo del futuro».
El ataque de Cospedal significa, según Alarte, «querer condenar a la Comunitat Valenciana y los valencianos a más paro, menos oportunidades, menos infraestructuras y menos desarrollo económico».

Preguntado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado ayer en Madrid, Alarte recordó que los socialistas valencianos no están «satisfechos con la situación de la financiación para la Comunitat, porque hemos defendido siempre como un punto innegociable que la financiación per capita de cada valenciano sea como mínimo igual a la de cada español y mientras ese objetivo no se cumpla, nos da igual quién gobierne en España: nosotros no estaremos satisfechos».

En este sentido también habló el conseller de Hacienda y Administraciones Públicas, José Manuel Vela, aunque fue bastante más allá al afirmar que coincidía con el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, de devolver al Estado algunas transferencias autonómicas. «Las declaraciones de Valcárcel me parecen de sentido común, porque no es de recibo que para autonomías que tienen el peso de toda la prestación de servicios sociales no haya una financiación estable y segura y tengamos que aguantar a veces posturas por parte del Gobierno central que son muy criticables».

A su juicio «es un tema muy complejo, pero en caso de que el Estado no garantice la adecuada financiación de los servicios básicos como ocurre ahora, estoy convencido de que más de una Comunidad se planteará devolver la competencia, otras ya han hablado de justicia».

Vela dijo que salió de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera con una sensación agridulce, porque se aprobó por unanimidad el Plan de Reequilibrio presentado por el Consell, lo que a su juicio confirma que el Estado «confía» en las medidas de austeridad que ha adoptado la Generalitat. No obstante, lamentó que el Gobierno central «siga negando» a la Comunitat Valenciana los 633 millones de euros del Fondo de Competitividad que, «prometió que ingresaría en una primera instancia».

Por su parte, la portavoz del grupo de Esquerra Unida (EUPV) en Les Corts Valencianes, Marga Sanz, aseguró que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo un discurso «nuevamente vacío» y «sigue sin asumir» que tiene que «limpiar el partido y las instituciones».
En este sentido, Sanz consideró que al acto no ha acudido ningún representante del partido, porque les resulta «incómoda» la continuidad del trámite judicial.