Comunidad de Madrid

Tregua antes de la batalla electoral

El Día de la Comunidad se ha convertido en el mejor termómetro regional. La Puerta del Sol es cada año el escenario donde se evidencian los rifirrafes políticos. Sin embargo, lo único que se podía medir ayer era la presión de las urnas.

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A sólo tres semanas de las elecciones autonómicas y municipales, ni la muerte de Ben Laden, ni siquiera la ausencia ministerial, lograron enfrentar a los representantes de los diferentes partidos políticos. Y no sería porque no tuvieran «dardos» en la recámara. Esperanza Aguirre no perdió la sonrisa y la hospitalidad cuando recibió a su oponente, Tomás Gómez. La presidenta regional logró dejar a un lado el cartel de «Adiós, condesa» que el socialista colgó en su sede de Callao, a pesar de que lo calificó de «machista».

Quizá, más preocupado por la ausencia de un representante del Gobierno de su partido, Gómez optó por no repetir su eslogan –tantas veces desmentido– de que el PP quiere imponer el copago sanitario y acudió, esta vez sin reparos a la celebración institucional aunque, por tercer año consecutivo, organizó su Fiesta de la Rosa en Malasaña. De hecho, Gómez y Aguirre ofrecieron una de las escenas más cariñosas que se recuerdan en las hemerotecas. Tampoco hubo malas caras entre el candidato del PSM y el de IU, Gregorio Gordo. A pesar de que por todos son conocidas sus diferencias y de que el de la coalición de izquierdas ha amenazado incluso con no pactar, ambos ofrecieron de cara a la galería la mejor de sus sonrisas.

La imagen de Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, entre Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón y sus dos espadas, Ignacio González y Manuel Cobo, fue el mejor símbolo de que los viejos enfrentamientos están superados. Y es que ayer las encuestas fueron las protagonistas de la jornada. Los sondeos de intención de voto realizados por LA RAZÓN, «El País» y «Público» coincidían en dar la victoria a la formación que preside Aguirre y aún peores resultados que hace cuatro años a la dirigida por Gómez.

Por eso, los socialistas se las vieron y desearon a la hora de esquivar y rebajar el peso de los datos. El líder del PSM defendió a sí mismo y a los alcaldes socialistas del «cinturón rojo» afirmando que las encuestas tampoco le daban como favorito en las primarias, y en las elecciones municipales de Parla, que posteriormente ganó. Tampoco quisieron Aguirre y Gallardón tirar cohetes a pesar de los buenos números. «La única encuesta que vale es la del 22 de mayo», repitió una vez más la presidenta del PP.

Lo único que ayer enfrentaba a populares y socialistas eran los debates electorales que aún no se han cerrado. Aunque ninguna de las partes quiso echar más leña al fuego, lo cierto es que tampoco aprovecharon la fiesta para acercar posturas. Por parte del PP, el secretario general en Madrid, Francisco Granados, insistió en que «sólo queda cerrar una fecha que en un principio les pareció bien y que ahora rechazan». La cita sería el día 6 en Telemadrid, pero los socialistas quieren cerrar antes dos debates, uno de ellos en TVE, los dos miércoles de la campaña, es decir, el 11 y el 18.

La Puerta del Sol colgó el cartel de lleno completo. Nadie quiso perderse la última fiesta de la Legislatura. Por delante quedan tres semanas en las que «echarán el resto» para obtener el mayor número de apoyos. Pero esto no será una realidad hasta el viernes a las 00:00 horas, cuando todos celebrarán la tradicional pegada de carteles. De ahí, hasta el día 20 de mayo, día de cierre de campaña y antesala de la jornada de reflexión, las buenas palabras darán paso a todo tipo de batallas dialécticas. Ahora ya sí, las espadas están en alto.

¿Alegres y tranquilos?
Sin «confrontación». Esperanza Aguirre confió ayer en que la campaña que dará comienzo este jueves sea tranquila y que absolutamente todos los cabeza de lista trabajen en ponerse «a disposición de los ciudadanos», que, al fin y al cabo, son los que decidirán el futuro de la Comunidad de Madrid a partir del 22 de mayo. Tomás Gómez, por su parte, prometió ayer una campaña «alegre».