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El BCE se alía con la canciller alemana

El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una intervención ayer en Fráncfort
El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una intervención ayer en Fráncfortlarazon

MADRID- El Banco Central Europeo (BCE) hizo ayer frente común con las tesis defendidas el pasado jueves por la canciller alemana, Angela Merkel, quien sostuvo que el BCE «no puede resolver como prestamista de última instancia los problemas de deuda de la eurozona», como han pedido algunas voces, entre ellas el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El nuevo presidente del BCE, Mario Draghi, recordó durante su intervención en el vigésimo primer Congreso Europeo de Banca en Fráncfort, que ya ha transcurrido más de un año y medio desde la cumbre en la que se lanzó el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) como parte de un paquete de apoyo financiero por valor de 750.000 millones de euros y preguntó por qué no se han aplicado esas decisiones. «No deberíamos esperar más», apostilló Draghi en alusión a la capacidad de dicho fondo de comprar deuda soberana de la zona del euro.

Auxilio de Zapatero

Las llamadas de auxilio que lanzó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado jueves al BCE para que compre deuda española después de que el Tesoro pagara los mayores intereses en 14 años por colocar su deuda, tuvieron su contestación por parte del miembro del Comité Ejecutivo del BCE, José Manuel González-Páramo. En unas jornadas organizadas por el IESE Business School en Madrid, éste explicó que la responsabilidad de solucionar la crisis de deuda es «de los gobiernos a nivel individual y en su conjunto», al no haber actuado con rapidez para atajarla. «El expediente fácil es acordarse del Banco Central. Poner en marcha el mecanismo de rescate, hacer las reformas y controlar el déficit es cosa de los países», afirmó González Páramo.

«La función del BCE no es ser prestamista en última instancia de los gobiernos», afirmó González-Páramo. «Al BCE se le puede pedir que actúe hasta el límite de su mandato y poco más porque perdería su credibilidad», aseguró. En ese mandato, estaría la compra de bonos del sistema financiero con una «liquidez ilimitada», como hace, y algunas otras medidas no convencionales, añadió.

Reformas para España
Por el contrario, consideró necesaria una actuación «rápida y coordinada» de la UE y recordó que ya se ha ideado un fondo de rescate que debe ponerse en marcha cuanto antes. En su opinión, Europa vive en estos momentos «un triángulo diabólico» de bajo crecimiento, descontrol de las financias públicas y problemas en el sistema bancario, que es necesario romper desde la actuación conjunta. Además, advirtió de la necesidad de no crear un euro de dos velocidades: «El euro es uno o no es», subrayó. El economista urgió a los gobiernos a que «tomen decisiones porque es de lo que dudan los mercados, de la capacidad de compromiso de los líderes».

En el caso de España señaló que es preciso atajar tres problemas fundamentales: las finanzas públicas, la reestructuración bancaria y, sobre todo, las altas tasas de paro. En este punto, criticó la reforma laboral emprendida por el Gobierno socialista, con la que ha dicho que «se ha hecho trampas en el solitario». Señaló que se ha seguido la «táctica del salami», cortar cada día un poquito para que no se note», cuando lo que requiere el mercado laboral español es «flexibilidad de verdad». España, añadió, debe seguir haciendo políticas importantes en la descentralización de las comunidades autónomas.

 Por último, preguntado por su posible nombramiento como ministro de Economía en un eventual Gobierno del PP, González-Páramo echó balones fuera y respondió que él es «un economista comprometido y con contrato hasta el 31 de mayo de 2012».

 

Fainé descarta un rescate
El presidente de La Caixa, Isidre Fainé, rechazó ayer que España tenga que ser rescatada a la vista de los máximos históricos que está alcanzando la prima de riesgo y apostó por recuperar la confianza de Europa «a base de hacer los deberes». Durante unas jornadas organizadas por IESE Business School, Fainé señaló la necesidad de que España «vuelva a recuperar» la confianza de Europa mediante la continuación de las reformas que ha comenzado.