El coste de la Línea 9 asciende hasta los 16000 millones por los intereses

BARCELONA- La historia de la Línea 9 es como uno de aquellos cuentos de nunca acabar. Esas historias que contaban las abuelas una y otra vez hasta que la paciencia se agota. Cada año que pasa, esta infraestructura está más lejos de acabarse y, cada año que pasa, su coste se dispara. De hecho, desde que se proyectó pero primera vez, la línea ha multiplicado por siete su coste: de los 2.500 originales, a los 6.927 millones del PSC; y los 14.000 millones de 2011 serán finalmente 16.000 millones.
Ante lo desorbitado de este gasto, el conseller de Territorio, Lluís Recoder, que ayer desmenuzó los presupuestos de su departamento, no pudo más que afirmar que la L9 es «la gran losa» de los presupuestos de la Generalitat. «Esta línea refleja los excesos del anterior gobierno. Fue una imprudencia», añadió. El sobrecoste, en palabras del conseller, obliga a la Generalitat a aplazar de nuevo la ejecución de algunos tramos. El tramo central, que atraviesa Barcelona, seguirá en el limbo hasta que la Generalitat encuentre financiación.

Por ahora, el conseller se comprometió a que la línea del metro llegue al aeropuerto en el 2014, dado que es «una prioridad». No obstante, Recoder apuntó que se ha hecho necesario replantear el calendario del tramo que debe llegar a la Zona Franca, que se ha aplazado hasta después de 2014.

El presupuesto de la conselleria para 2012 se eleva a 1.563 millones, de los que el 40 por ciento «está comprometido», en palabras de Recoder, ya que se destinará a hacer frente a las deudas generadas por la financiación de proyectos ya ejecutados o en marcha. Tras calificar estos presupuestos de «austeros» y «realistas», Recoder aseguró que el 60 por ciento disponible del presupuesto se utilizará para dar prioridad a las políticas sociales.

Además, Recoder anunció la suspensión temporal de la prolongación de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) en Sabadell y Terrassa para poder buscar nuevas fórmulas de financiación que permitan garantizar la finalización de las obras.

La deuda del ACA
El conseller criticó con dureza la situación de la Agencia Catalana del Agua (ACA), con una deuda acumulada de 1.388 millones de euros, que «entró en quiebra por la imprudencia» del tripartito. Aun así, el plan económico financiero que está aplicando la Generalitat permitirá rebajar la deuda en cien millones y que 2012 sea el primer año de los últimos diez en que la Agencia cerrará sus cuentas sin déficit.

En vivienda, el conseller de Territorio explicó que la Generalitat continuará impulsando el Plan de Choque de la Vivienda, que busca acabar con el alto número de pisos públicos vacíos, y que ya se han reducido en un 55 por ciento del total de 3.265.

Descuentos del 50% para los parados en transporte público
Una de las críticas más socorridas por parte de la oposición en la comparecencia del conseller de Territorio, Lluís Recoder, fueron los incrementos de las tarifas del transporte público. Especialmente, de la T–10. Para defenderse, Recoder explicó que la Generalitat ha apostado por los títulos sociales. Para ello, se ampliará la cobertura de la actual T–12, una tarjeta para menores de 12 años, y se reducirá un 16 por ciento la T–Jove. La gran novedad, sin embargo, radica en una nueva bonificación para las personas en paro ya que podrán beneficiarse de descuentos que superen el 50 por ciento. Recoder, no obstante, no dio más detalles al respecto. Recoder señaló que los incrementos tarifarios se han debido en gran medida al descenso en las aportaciones del Estado, que este año ha sido de 60 millones menos. Mientras que, según explicó Recoder, la aportación de la Generalitat ha pasado de 280 a 300 millones de euros.