Elecciones generales

Que no se froten las manos por Jesús María Zuloaga

La Razón
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Que no se froten las manos «bildutarras», nacionalistas y los inevitables compañeros de viaje. La posibilidad de que los expulsados, que no exiliados, del País Vasco puedan votar en las próximas elecciones autonómicas está abierta. Resulta complicado por los plazos, pero la voluntad política puede más que la fijación de un periodo de tiempo concreto. Se ha dado un paso de gigante y por ello hay que felicitar a su promotor, Antonio Basagoiti, y al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que, al frente de su equipo y de un grupo de expertos , ha trabajado a fondo. Pero todo ese esfuerzo quedaría un tanto difuminado, si los expulsados no pudieran votar en las elecciones autonómicas, que tendrán lugar, salvo que Patxi López las adelante, en 2013. En la actual situación económica, parecería lo más lógico agotar la legislatura. Es seguro que los militantes socialistas que ahora forman parte de los equipos de la Administración vasca son los primeros interesados ante el fantasma del paro, que asoma en cualquier esquina. Frente a la maldad del terrorismo, y su amenaza, unas veces directa y siempre latente, que ha llevado a tantos vascos a asumir la condición de expulsados, no se pueden admitir acusaciones de electoralismo. Los que tratan de resolver una injusticia nunca pueden ser tachados de jugadores de ventaja, sino de, simplemente, eso: justos. La voluntad política es algo que siempre se valora: la resolución para adoptar decisiones de forma valiente, al margen de la amenaza terrorista, que sigue ahí, y emerge, con más o menos fuerza, según las circunstancias; por encima de los demócratas de salón, que se revisten con las capas del garantismo, también cuando les conviene; y sobre todo, cuando se atiende al que ha sufrido algo tan doloroso como es la expulsión de su tierra. Sólo cuando se ha vivido de cerca, se alcanza a conocer el alcance de esta villanía.