Novela
Debate de prohombres por Agustín García Calvo
Me disfrazo de camarero y convenzo a Juancho de que el día del debate me deje meterme tras la barra de su taberna, y así voy acercando el inalámbrico disimulado entre jarras y botellas a unos que parecen más atentos a la pantalla y que están diciendo algo sobre el asunto:
-¡Ahí va! Con eso de la desinflación yo creo que lo ha dejado KO.
-No creas. Míralo cómo se ajusta la corbata, y la que le suelta.
-¡Y otra vez la burra a la crisis!
-Y al desempleo, y no se les acaba la retahíla, no.
-¡Ca! Tién que llenar su cupo de tiempo, hombre.
-Y nosotros, Paco, ¿qué coños hacemos aquí?
-Pues lo mismo que tós esos.
-Y que ni se enteran de ná.
-¡Qué más da! Pal caso…
-Esto está de bote en bote.
-Como si fuese un final de copa.
-Esto es más feo, ¿no?, que un partidazo como Dios manda.
-Míralos cómo se mondan con cada patochada que les salga.
-¿Crees que con esto van a cambiar las cosas?
–Y tú, ¿te lo crees, Sindo?
–Yo ¡qué coños voy a creerme!
-Pues sí, ya ves: cambiando pa seguir igual, como tós los días.
-Y entonces, ¿a qué viene esto? Toa esa bambolla, de tele, de jetas de los tíos, de artículos de fondo. No pué ser que tanto aparato, tanto jaleo y tanto gasto, sea para nada, que no sirva para nada.
-Pues claro, Sindo: para algo tiene que servir; y sirve.
-¿Para qué?
-Pues para eso mismo: tú ¿no ves la cantidá de dinero que se mueve con estos montajes de elecciones, debates, pantalla, planas de prensa, viajes de prohombres con sus séquitos?
-¡Uf!, mucho.
-Ésa es la primera necesidad del Régimen: para eso sirve todo esto.
-Ya, ya. Y ¿a nosotros? Se nos divierte, se nos llena el tiempo: ¿qué más quieres, Sindo?
-Que se nos hace vivir un rato de ilusiones.
-Claro: son el producto principal de la industria, las ilusiones.
-Pero, hombre, Paco…
-Paece como si no te dieras cuenta de que vives en el Régimen del Bienestar.
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