Comunidad de Madrid

Ausencias

La Razón
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Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Decía Neruda y tenía razón. El jaleo de las ausencias ministeriales en la fiesta del 2 de mayo va a traer más cola de lo que parece. Que el PP regional, a 18 días para las elecciones, destape la caja de los truenos es normal. Quiere hacer presa con un tema que entiende que es un desprecio para todos los madrileños. Pero también es normal preguntarse a quien le hace más daño esta ausencia: a la Comunidad de Madrid y al PP o al propio Tomás Gómez. Y la respuesta es bien sencilla: la falta de ministros es un feo con Madrid porque en otras regiones no pasa. Pero más feo es, y que no se nos escape, para Tomás Gómez al que le obligan a hacer posturitas para defender a un Gobierno central que ha pasado de él y le ha dejado más sólo que la una: ni un solo ministro decidió arrimarse por la Puerta del Sol para acompañarle, aunque fuera en el sentimiento teniendo en cuenta los resultados de las encuestas. Está claro que las heridas abiertas con las primarias con Moncloa y Ferraz siguen abiertas y más de uno está esperando, con los cuchillos bien largos, la noche del 22 de mayo.