España
Las curvas de Belén Esteban: embarazo o kilos
El pasado viernes se despedía de su público en «Sálvame Deluxe» como el que deja atrás hipoteca y patria: «Que lo sepa toda España, me voy de vacaciones a Benidorm». Dicho y hecho. Belén Esteban se encuentra ya en el templo del sol del Mediterráneo. Y con ella han viajado su esposo Fran, su hija Andrea Janeiro, de 10 años, y la «troupe» de fotógrafos que peregrina cada verano a la sombra del bikini de la de San Blas.
Pero hasta que llegue el primer baño ritual a lo Obregón, las primeras instantáneas recapitulan el traslado de maletas de la familia y las primeras compras en la tienda playera de primeros auxilios –colchonetas para el niño, pareos para la niña y sandalias hawaianas para que la Esteban se apee de las alpargatas con tacón de esparto que traía de Madrid–.
Segundo «bypass» veraniego de Belén, que el pasado mes de junio se embarcó con su marido en un crucero por el Mediterráneo que empezó como «Vacaciones en el mar» y que casi termina a lo Sandra Bullock en «Speed 2», haciendo aguas. Y es que la ex ubriqueña tuvo que exigir al capitán del barco que expulsara a unos fotógrafos que se infiltraron en el viaje para hacer algo más que punto ganchillo.
Un año complicado
Ahora Belén busca esa paz que anhela en la playa con más toalla por metro cuadrado después de un curso que arrancó con la investigación del Defensor del Menor, preocupado por la sobreexposición de Andrea en los medios –«Ni que fuera ella Ben Laden»–, aderezó con los balazos verbales a la Campanario, rentabilizó como bailarina y diva de las sartenes antiadherentes y remató con su paso por quirófano que revolucionó las búsquedas de Google.
Pero ahora toca disfrutar del Aqualandia, Terra Mítica y del relax benidormiano. Una cura que la Esteban ya parece haber contagiado a su cuerpo. No hay más que ver las nuevas curvas que se asoman bajo sus pechos de pago.¿Embarazo a la vista? Sería algo verosímil, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez que se ha reconciliciado con Fran –hagan cuentas– ha expresado su deseo de volver a ser madre.
Pero no se hagan ilusiones los belenistas, que las nuevas ondas que se le dibujan en la camiseta podrían ser simplemente consecuencia de la «operación kilo» que desde hace un año se está trabajando –véanse las merendolas a boca abierta en «Sálvame diario»– con el objetivo de ganar peso y así hacer frente con más recursos a la diabetes crónica que sufre. ¿Vale?
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