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Las razones de las reformas
En menos de 20 días de mandato, el Gobierno de Mariano Rajoy ha logrado contener la deriva económica que abocaba poco a poco a España hacia la sima de la quiebra y el rescate financiero, y el peligro incluso de tener que abandonar la moneda común. En una reacción sin precedentes, el equipo del Partido Popular ha sido capaz de contrastar las cuentas del Estado y poner en marcha un duro y realista plan de ajuste cuyas razones, desde LA RAZÓN, comenzamos hoy a explicar, con todos los datos y opiniones contrastados, para dar a conocer la realidad de la situación. Entre todas las medidas anunciadas hay sin duda algunas discutibles, que el propio Ejecutivo ha asegurado ya que derogará en cuanto pueda, pero hoy resultan imprescindibles para salvar a nuestra economía de un desastre del que tan sólo nos han liberado la rapidez y el acierto con los que Rajoy ha sabido reaccionar. Había que actuar sin demora, sobre todo porque nadie esperaba que la deuda oculta ascendiese a cerca de dos puntos sobre el PIB. O que, como hoy revelamos, el Ejecutivo socialista, a pesar de conocer la gravedad de la situación, mantuviera la inflación de empleo público hasta llegar al punto de que uno de cada cinco trabajadores por cuenta ajena cobra del Estado. Rajoy pudo optar por continuar la ficción del 6% de desviación de cara a la UE, como hizo el equipo de Zapatero. Se habría ahorrado la protesta por algunas de las graves medidas de ajuste, pero eligió por decir la verdad, cumplir su compromiso electoral y revelar que España estaba mucho peor de lo que decía el Gobierno del PSOE, y de lo que se temía desde el PP. Admitir la realidad y adelantar todo lo posible un primer y durísimo ajuste ha sido una decisión de extraordinaria dureza para un Gobierno que cree que bajar los impuestos genera actividad. Pero al decir la verdad ha evitado que la desconfianza se extendiese por los mercados y generase una reacción capaz de hundir a nuestro país, como ocurrió con Grecia y ha estado a punto de pasar con Italia. Precisamente ayer, el diario económico británico «Financial Times» aseguraba en un editorial que Rajoy, con «su programa de ajuste de 15.000 millones envió una señal de credibilidad a los mercados», y destacaba que el Gobierno no ha perdido ni un minuto en las fiestas navideñas para poner en marcha sus reformas estructurales. Es pronto para ver resultados, pero, al menos, Rajoy ha sabido recuperar para España la seriedad dilapidada y permite albergar esperanza en que, con los sacrificios exigidos, es posible evitar la quiebra y crear empleo. Por eso desde LA RAZÓN creemos que, para salvaguardar la España que hemos conocido, corresponde ahora apoyar al Gobierno y sus medidas y mostrar ante los mercados un frente común en torno a un proyecto serio que merece la confianza y el trabajo de todos.
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