Dinamarca
Nueve años de cárcel para el agresor del caricaturista de Mahoma
Un tribunal danés condenó hoy a nueve años de cárcel y a la expulsión posterior del país a un somalí de 29 años por intentar asesinar hace un año en su casa al dibujante danés Kurt Westergaard, autor de una controvertida caricatura de Mahoma.
El somalí -de 29 años y que responde a las iniciales M.M.G.- había sido declarado ayer por el mismo tribunal culpable de un delito de terrorismo y de intento de asesinato de Westergaard, así como de agresión grave a uno de los agentes de policía que acudieron al lugar alertados por el dibujante.
La fiscalía reclamaba una pena no inferior a 12 años y la expulsión del país, mientras que la defensa, que ya ha anunciado que recurrirá la sentencia a la Audiencia Nacional, pedía la mitad.
Es la primera condena en Dinamarca por un acto de terrorismo concreto desde la entrada en vigor de la nueva legislación tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU.
En los últimos años ha habido varias sentencias condenatorias por terrorismo, pero en todos los casos se trataba de acciones que estaban en fase de preparación y que nunca se llegaron a realizar.
El tribunal -formado por tres jueces y un jurado popular- consideró probado que el somalí quería asesinar a Westergaard y que esa acción debe de ser considerada como acto terrorista, asumiendo la tesis de la fiscal de que aquel pretendía causar el "caos"en Dinamarca y atraer la atención internacional.
La legislación danesa considera terrorismo, un delito que puede castigarse con una pena máxima de cadena perpetua, un acto que pretende "aterrorizar a una población de forma grave"o "desestabilizar o destruir las estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales".
Durante el juicio, celebrado en medio de medidas de seguridad extremas, la fiscalía había insistido en la acusación de terrorismo, apuntalada porque según ella el somalí actuó inspirado por organizaciones fundamentalistas como Al Qaeda y Al Shahab.
La defensa había alegado en cambio que la intención del agresor era sólo hacer daño al septuagenario dibujante y no a la población danesa, por lo que la acusación de terrorismo no se sostenía.
El acusado había admitido únicamente un delito de allanamiento de morada y de posesión ilegal de armas, un hacha y un cuchillo, lo que hizo que Westergaard le llamara durante el juicio "pequeño cobarde mentiroso".
Los hechos se produjeron la noche del 1 de enero de 2010, cuando el somalí, que había viajado ese día en tren desde Copenhague, entró en la casa del dibujante en Viby, a las afueras de Aarhus, después de romper a hachazos la puerta.
Alarmado por el ruido, Westergaard, que estaba cuidando a su nieta de 5 años, logró refugiarse en un baño que tiene convertido en búnker de seguridad y desde allí llamó a la policía, mientras el somalí intentaba romper con su hacha la puerta del cuarto.
Al llegar la policía pocos minutos después, el agresor atacó a uno de los agentes, que respondieron con disparos y le hirieron en una pierna y en una mano.
Desde septiembre de 2005, cuando se publicaron las caricaturas de Mahoma en el diario "Jyllands-Posten", Westergaard ha recibido amenazas de muerte y sufrido varios intentos de atentado, al igual que la sede del diario, y vive bajo protección policial.
Las viñetas del diario danés, entre las que figura la de Westergaard caracterizando a Mahoma con una bomba en su turbante, provocaron meses después fuertes protestas en el mundo islámico, con disturbios en varios países en los que murieron alrededor de 150 personas y un boicot comercial a productos daneses.
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