Una muralla llamada Varas (0-0)

BARCELONA- Javi Varas fue uno de los únicos cuatro jugadores del once del Sevilla en el Camp Nou que era andaluz. Compareció el club de Del Nido con un lema apelando al orgullo de Andalucía en su camiseta, dolido por unas declaraciones de Duran Lleida, político catalán. El portero hizo suya la ofensa y la vengó con creces con una actuación soberbia ante el campeón de Liga y de Europa. Su brillante actuación la coronó parando un penalti al mejor jugador del mundo en el descuento. Messi lanzó a la izquierda de Varas y éste le adivinó la intención. El orgullo andaluz se había restablecido.

Logró Marcelino aislar a sus jugadores de la burda polémica en la que José María del Nido había metido a su equipo. Tan bien lo hizo el técnico sevillista, que logró que el Barcelona se quedara sin marcar por primera vez en lo que va de temporada. Mérito no sólo atribuible al técnico y a Javi Varas, sino a todo el equipo, que actuó con solidaridad y se arremangó cuando tocaba.

Los jugadores del Sevilla salieron con órdenes de esperar a su rival en el centro del campo y adelantar la defensa. El resultado fue el esperado por Marcelino. La reducción de espacios a la mínima potencia y un Barça mucho más previsible de lo habitual. La buena presión sobre los pasadores azulgrana colaboró a que no encontraran espacios a la espalda de su defensa.

Buena labor debieron hacer los sevillistas porque Guardiola cambió de dibujo a los pocos minutos de partido. Hace ya tiempo que los sistemas del Barcelona han dejado de poder ser explicados con números y han pasado a convertirse en auténticos jeroglíficos. Los tres defensas iniciales pasaron a ser cuatro, retrasando a Adriano al lateral izquierdo, después de empezar el choque como extremo derecho. De justicia es decir que cumplió con creces en ambas posiciones.

El problema para el Sevilla era que la calidad del Barça le alcanza para crear peligro por sí sola, sin necesidad de alcanzar el nivel de juego habitual, por muy buena labor que ejerzan los rivales. Todas esas llegadas las desbarató un infranqueable Javi Varas, que comenzaba a labrar su leyenda sacando tres balones de gol a Iniesta, Villa y Messi, cuando ya se celebraban en las gradas.

También presume de guardameta el Barcelona. La norma en los partidos de los azulgrana es que los rivales apenas lleguen un par de veces a su área, pero cuando lo hacen el peligro suele ser extremo. Y es en esas situaciones cuando Víctor Valdés demuestra cada semana que no existe en el mundo mejor portero para el Barça que él. El balón que le sacó a mano cambiada a Navas es para enmarcar.

Si los rivales del Barça llegan poco al área de Valdés, también es por la excelente labor en la recuperación de los hombres de Guardiola. En ese tipo de trabajo, Mascherano se ha convertido en una referencia, como bien pudo certificar el Sevilla, al que el argentino cortó tres o cuatro balones de inmenso peligro. Viendo al «Jefecito» en este Barcelona, uno se pregunta por qué ha estado tantos años en el centro del campo si es un central excelso.

El partido tuvo mucho menos brillo que todos los que había disputado hasta ayer el Barcelona en su campo, y ni siquiera el descanso sirvió para que Guardiola encontrara una fórmula para romper el inteligente planteamiento de Marcelino. Y cuando lo conseguía, Varas levantaba un muro en su portería, para desesperación de los atacantes azulgrana. Y si no estaba el portero, estaba el larguero, que rechazó una vaselina de Iniesta.

Los minutos se consumían y al Barça sólo le quedaba encomendarse a Messi. En el descuento, Iturrralde señaló el primer penalti de la temporada a favor de los azulgrana. El argentino cogió el balón y vio cómo se organizaba una tangana monumental. Esperó ajeno a todo y chutó cuando lo indicó el colegiado, pero Varas acertó su lanzamiento. El cielo sevillista tiene nuevo inquilino.

Guardiola no reprocha nada a sus hombres
La actuación de Javi Varas fue lo más comentado en la sala de prensa del Camp Nou. «Ha estado muy bien, brillante. Los porteros también juegan y sólo me queda felicitarlo», decía resignado Pep Guardiola. «Salir del Camp Nou sin que tu portero sea el mejor me parece algo imposible», comentó Marcelino García Toral. El técnico sevillista se fue muy satisfecho del Camp Nou: «Obligamos al Barça a cambiar de sistema». También confesó que «hubiera sido una pena perder al final por una acción rara», en referencia al penalti señalado por Iturralde. Guardiola, por su parte, subrayó: «Hemos tenido ocasiones para hacer gol. Mis jugadores han atacado bien. No tengo nada que reprocharles».