Sin veleidades por Pilar Ferrer

En dos meses de llegada al poder, el Gobierno no ha variado su hoja de ruta en política antiterrorista. Su presencia al más alto nivel, con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría junto a los Reyes, en el concierto homenaje a las víctimas, y la entrega de los premios de la AVT a las Fuerzas de Seguridad del Estado por su lucha contra ETA, revelan que el equipo de Mariano Rajoy mantiene sus principios. Más allá de la actual tregua de la banda, el ministro del Interior, Jorge Fernández, se prodiga sin césar a favor del colectivo. Entre vencedores y vencidos, su balanza es clara: primero, las víctimas. En la derrota, los asesinos.
Resultan chocantes algunos comportamientos. Hete aquí al PSOE acusando al PP de utilizar a las víctimas, cuando sus dirigentes no tienen reparos en apoyar las manifestaciones del 11-M. Fecha cruel, macabra, que ensombrece el rostro de quienes perdieron a los suyos, como la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, en el recuerdo de su hija muerta. Ella sí fue recibida por Rajoy nada más ganar las elecciones y no tuvo que escuchar de sus labios inauditas comparaciones con abuelos de otro tiempo. Hay un dolor ejemplar, que aguanta todo. Por encima de la insensibilidad o bajeza moral.
El PP tampoco ha variado su posición en el Congreso. Frente a veletas demagógicas de Rosa Díez, líder de UPyD, Rajoy y el portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, que bien conoce el País Vasco, han sido contundentes. Grabadas quedan las palabras del presidente del Gobierno a los diputados de Amaiur: nada se debe, nada cambia hasta la disolución de ETA. Contra el terror, política firme. Con las víctimas. Sin concesiones. Sin veleidades.