Peligra el abastecimiento por Sergio ALONSO

España corre serio riesgo de desabastecimiento de fármacos en algunas especialidades. De momento, las ausencias son mínimas. Casi anecdóticas. Pero la posibilidad de que las empresas dejen de servir a los hospitales si no cobran lo que se les debe está ahí, encima de la mesa de las casas matrices y de alguna compañía española, hartas todas de actuar como montes de piedad al servicio del despilfarro y del desgobierno en el que ha estado instalado el Sistema Nacional de Salud. El problema es de órdago. Tan grande, que no se entiende el oscurantismo que mostraron al respecto durante años muchos de los que ahora se quejan. No. La situación no fue nunca tan grave como ahora, en contra de los argumentos que empleaba el Ministerio de Leire Pajín, que daba por hecho que la bola de nieve terminaría diluyéndose por sí sola, cuando en realidad no hacía más que crecer delante de sus narices. ¿En qué consiste el drama? En primer lugar, en que las administraciones públicas adeudan la friolera de casi 12.000 euros a laboratorios y proveedores. Y en segundo, y más grave, es que les abonan las facturas con retrasos de 400, 500, 600, 700 y hasta 800 días, según los casos. En una palabra, que el fantasma de la suspensión de pagos como el que ronda por Grecia flota también por las autonomías españolas. Resulta clave que Ana Mato ataje pronto esta sangría, y que logre que la línea ICO de financiación priorice la retribución del sector sanitario sobre otros sectores de la economía que, aunque lastrados por los impagos, cobran más rápido. De lo contrario, seguirán los despidos y los cierres y, lo que es incluso más grave, se agudizará la deslocalización de filiales y líneas de investigación que hay en España. Muy importante también es que el Ministerio cribe los productos que llegan al mercado para que no se pague lo superfluo.