Copa del Rey

Celtic

El Barça sin experimentos

La Razón
La RazónLa Razón

Guardiola renunció a los experimentos. Los cambios, con el partido ganado. Ante el Panathinaikos alineó a Xavi, Busquets, Alves y Puyol, ausentes al comienzo con el Hércules. Los griegos sorprendieron en contragolpe. Saque largo del portero, Tzorvas, y Govou se fue de Abidal y abrió el marcador. La sospecha recorrió los graderíos del Camp Nou. La sombra del Hércules empezaba a ser alargada. Hasta el tanto del equipo griego, el Barça había tenido varias ocasiones claras y había marrado. El balón no había salido del campo griego y, sin embargo, la primera incursión había costado el tanto.

Con el equipo titular no se pasaron apuros. Dos minutos después de que marcara Govou lo hizo Messi. Remontar lo hizo Villa. Luego llegó la fiesta de Lionel con una penetración entre varios contrarios y la tranquilidad volvió al recinto azulgrana.

El Barça jugó el primer cuarto de hora con llegadas rápidas, con movimientos de balón a su estilo, pero con profundidad para evitar que la fórmula Mourinho tuviera intérprete griego. Cuando aflojó el ritmo pareció que se volvía a las incertidumbres. La calidad acabó por imponerse. Messi fue feliz goleador –después falló un penalti– y Xavi, su pasador genial. La goleada llegó con un tanto de carambola porque el balón, impulsado por Messi, dio en los dos palos y Pedro lo envió a la red. El Barça fue muy superior. Tal vez abusó de las paredes contra una defensa poblada.