Galicia

Rubalcaba se aferra al sillón de mando

El líder socialista se esconde tras el castigo electoral y no se plantea dimitir pese al aluvión de voces que desde su partido exigen una renovación urgenteEncuesta NC Report:El 70% de los españoles pide una renovación a fondo del PSOE>> LA DEBACLE SOCIALISTA >> LA SUCESIÓN EN EL PSOE>> ANÁLISIS DE LOS POPULARES >> EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA>> EL PAPEL DE ETA >> LOS RESULTADOS DE BILDU

El escaño de Rubalcaba en el Congreso (en la imagen) permaneció ayer vacío
El escaño de Rubalcaba en el Congreso (en la imagen) permaneció ayer vacíolarazon

MADRID- Ya lo dijimos hace días. En el PSOE se avecina un tsunami. Vientos huracanados, turbulencias y mucho mucho ruido soplan desde la noche del domingo. La inestabilidad irá en aumento si, como hasta ahora, el secretario general guarda silencio. Y su intención es mantenerse así hasta la Ejecutiva Federal del próximo lunes. Nueve días hasta conocer la valoración que el líder de los socialistas hace del varapalo que las urnas dieron al PSOE se antojan muchos días. Más en una socialdemocracia que bulle desde el minuto uno de conocerse la sangría en Galicia y en el País Vasco, y donde desde febrero pasado eran muchos los que aguardaban agazapados el primer fracaso de Alfredo Pérez Rubalcaba para pedir sin ambages su cabeza.

¿Debe dimitir el secretario general tras la debacle del 21-O? Ésta era ayer la pregunta que flotaba en los ambientes políticos. A favor están quienes recuerdan que fue Rubalcaba y nadie más quien planteó los comicios gallegos como un plebiscito nacional. También los que consideran que nueve meses es tiempo, si no para recuperar la credibilidad perdida, al menos para frenar la caída en picado de las siglas. Y a unos y otros se suman los que están convencidos de que Rubalcaba no ha dejado atrás la «yenka» que bailaba Zapatero, la indefinición, la ambigüedad y el cortoplacismo.

En el lado contrario, en el de quienes niegan la mayor –esto es que unas elecciones gallegas o vascas no deben imputarse al secretario general– militan los que recuerdan que en más de 30 años de democracia, han sido más las veces que el PSOE ha perdido en Galicia y País Vasco que las que ha ganado. Y que si cada vez que se anotó una derrota se hubiera pedido la cabeza del secretario general, el PSOE no hubiera tenido jamás estabilidad orgánica. También se suman a esta tesis quienes invocan la «herencia recibida», es decir la gestión de Zapatero ante la crisis económica y la pesada losa que ésta ha supuesto y sigue suponiendo para la nueva dirección socialista. Y en este bando, claro, está la dirección federal a la que, de momento, el batacazo electoral ha forzado a un cambio de rumbo. «Hay que ir más deprisa y más a fondo» en la renovación ideológica, dijo ayer su vicesecretaria general, Elena Valenciano. ¿Cambios? En lo que respecta al discurso político y las propuestas, todos los que sean necesarios. Pero ni un sólo movimiento entre los miembros de la dirección federal que, en palabras de Valenciano, «tienen una tarea y un mandato». Traducción: Rubalcaba no tiene en mente la dimisión ni en el corto ni en el medio plazo y tampoco adelantar la elección del próximo candidato a La Moncloa.

La impresión de la dirección federal es que el PSOE sigue sufriendo el «ciclo negativo» que comenzó en 2011 con las municipales y que aún durará algún tiempo. Por eso, este «no es momento de abandonar responsabilidades», sino de asumirlas, espetó ayer Valenciano antes de anunciar que la dirección acelerará la renovación ideológica que tenía previsto hacer a lo largo de la legislatura, y que la Conferencia Política que abordará estos asuntos se celebrará a primeros de 2013. Hasta entonces en Ferraz admiten que no han sabido movilizar a la gente que se alejó de ellos. La moraleja por tanto de esta cita electoral es, según la conclusión a la que llegó ayer la Permanente, es que hay ir «más deprisa y más a fondo» para superar ese «ciclo negativo». Pero, ojo, la dirección no da puntadas sin hilo y avisa a navegantes: «El partido no está ante un mero problema de imagen ni caben soluciones cosméticas ni superficiales». El mensaje no llevaba destinatario, pero a pocas palabras... «El único camino» pasa, para Rubalcaba y los suyos, por el «compromiso con España», la defensa de los valores del PSOE, la fortaleza del partido y la actualización del proyecto socialista para conectar con los sectores progresistas. Elena Valenciano lo dijo con estas palabras: «No se trata de deslumbrar, sino de convencer», de «avanzar pero sin buscar atajos». La número dos del PSOE afirmó que la dirección no tiene «un plan mejor con el que comprometerse a fondo con el país, con los ciudadanos y con nuestras convicciones». Es más dijo contundente que no existe un plan mejor que el suyo. Y por eso pidió «responsabilidad» y una reflexión «serena».

 

Desaparecido desde el viernes
Silente, ausente y desaperecido. La última vez que las cámaras vieron a Alfredo Pérez Rubalcaba fue en el cierre de campaña en Santiago de Compostela el pasado viernes. No hay rastro gráfico del secretario general del PSOE en las últimas 48 horas. Ayer por la mañana se reunió con la Permanente del PSOE –su círculo más cercano– y nada más acabar la cita, en la que la autocrítica brilló por su ausencia, el número uno de los socialistas se dedicó de lleno al debate de Presupuestos que hoy se celebrará en el Congreso. No acudió siquiera al pleno de la Cámara Baja, pues estuvo todo el día estudiando papeles para su duelo de hoy con Cristobal Montoro. Sí tuvo tiempo, no obstante, de entrar en las redes sociales, y desde su cuenta de Twitter, «retuitear» algunos de los mensajes del PSOE sobre la rueda de prensa de Elena Valenciano, en especial en el que su número dos advertía: «Hicimos un congreso hace 8 meses, tenemos una tarea y una madnato y lo vamos a cumplir».