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Pleno hotelero en Belén por Navidad

La ciudad que vio nacer a Jesús completará este mes un año récord para el sector turístico palestino, con los hoteles y hospicios a plena capacidad, ante la inminente llegada de 90.000 visitantes para las fiestas navideñas.

"Desde el 20 de diciembre al 26 tenemos los hoteles completamente reservados. No encontraréis una habitación en Belén", refiere Samir Hazboun, presidente de la Cámara de Comercio de Belén junto a un hotel en construcción en el corazón comercial de la ciudad.

El sector hotelero, de restauración, comercios y tiendas de recuerdos, esperan cerrar el año con un aumento del 10 por ciento en el flujo de visitantes, lo que sin duda reportará ganancias puesto que en diciembre hacen su particular agosto.

Los turistas extranjeros proceden principalmente de Rusia y países de Europa del Este, Italia, España o de la India, además de palestinos residentes en Cisjordania o Israel.

En Belén no sólo es Navidad el 25 de diciembre, fecha señalada para católicos y protestantes, sino que el 7 de enero será la festividad greco-ortodoxa y se cerrará la temporada navideña el 19 de ese mes cuando la celebren los armenios.

Pese a las restricciones de acceso a Belén, reflejadas de manera demoledora por el muro de separación israelí que la circunda, parece que los peregrinos han dejado atrás los temores de años anteriores y se han decidido a visitar y pernoctar en esta ciudad palestina.

Hazboun explica que 1996 había seis hoteles en la urbe y hoy su número asciende a 31, a los que se sumarán otros cinco en proceso de planificación o construcción.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Turismo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en la actualidad existen 2.300 habitaciones y se proyecta que en 2011 se alcancen las 3.000.

"Para finales de este año habremos recibido dos millones de turistas (en Cisjordania), lo que muestra un incremento del 40 por ciento en comparación con el año pasado", subraya la titular de Turismo palestina, Hulud Daibes, en una rueda de prensa en las inmediaciones de la Iglesia de la Natividad y la céntrica Plaza del Pesebre.

El número de noches de hospedaje en 2009 fue de un millón y este año se situará en el 1,4, lo que considera todo un indicador "de que existe una demanda y necesidad de expandir las infraestructuras".

La mejora del sector se debe en gran medida a la disminución de la violencia y el mayor control de los organismos de seguridad palestinos en Cisjordania.

Frente a los críticos que suelen tachar su cartera de ser una de las más proclives a colaborar con Israel, Daibes se defiende afirmando que entiende el turismo como uno de los principales catalizadores hacia la paz, aunque reconoce que le gustaría ver más reciprocidad por parte del Gobierno israelí.

Y es que sin un aeropuerto internacional, con permisos recibidos con cuentagotas para guías y operadores palestinos, además de las consabidas restricciones israelíes, el sector afronta titánicas trabas para subsistir.

La mayor parte de los turistas accede a Belén procedente de Israel, país que también ha contabilizado cifras récord este año.

El Estado judío estima en 2,4 millones los turistas cristianos, la mitad peregrinos, que habrán visitado el país al concluir el año, de los cuales 90.000 acudirán Belén esta Navidad.

Pero los palestinos no se conforman con ver una ciudad rebosante sólo por estas fechas, sino que animan a los turistas "a hacer país"con ello y apoyar su causa, como refiere el lema de este año: "Rezando para la Libertad de Palestina".

Iniciativas como la de otorgar un certificado de peregrinaje a Belén a cada turista que pernocte al menos una noche, o poder enviar un christmas desde la oficina postal central el mismo día 24 de diciembre, tratan de agradecer al visitante y alentar el turismo.

"Belén está rodeada muros pero, no obstante, animamos a todos a venir", dice el vice-alcalde, George Saade, quien lamenta que la ciudad sólo se quede con el 30 por ciento de los beneficios que generan los peregrinos que visitan Tierra Santa por estas fechas.

La ministra palestina insiste en que "el hecho de que veamos un aumento en las cifras o desarrollemos el turismo no significa que estemos bien bajo ocupación".

"Les decimos a los visitantes que Belén está rodeada por un muro, pero si lo cruzan, vivirán una experiencia única", concluye.