Bruselas

La UE subvencionará dos conexiones para acabar con el aislamiento pirenaico

España deberá gastar 50.000 millones hasta 2020, de los que el 39 por ciento serán para el eje mediterráneo.

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Bruselas- Desde ayer, España está menos aislada, aunque de momento sólo sobre el papel. La Comisión Europea ha seleccionado los tres corredores por los que nuestro país ha empujado fuerte para ser considerados parte de la red prioritaria para transporte de pasajeros y mercancías que la UE quiere armar en las próximas dos décadas.

El gran vencedor ha sido el Corredor Mediterráneo, una vía ferroviaria de 1.300 kilómetros, por la que el Gobierno central y las regiones implicadas han presionado sin descanso en los últimos meses a Bruselas. Tanto es así que, según cuentan fuentes comunitarias, se logró convencer a los expertos para financiar un segundo ramal completo a lo largo de la costa hasta Almería, y de ahí a Granada, Sevilla y Algeciras, más allá del plan inicial de la Comisión, que contemplaba llevar la vía ferroviaria sólo hasta Valencia, y de allí a Madrid y Algeciras.
Cambios de última hora

El trazado ha sido ligeramente modificado al no discurrir el último tramo a lo largo de la costa por Málaga hasta Algeciras, tal y como se defendió desde España en un principio. Pero, tal y como avanzaron fuentes comunitarias a LA RAZÓN y que ayer quedó reflejado en estas páginas, se consideraba «irreal» por su coste económico, medioambiental y ser un proyecto aún inexistente.

«Es lo acordado con el Gobierno español», resumió el comisario de Transportes, Siim Kallas, satisfecho del entendimiento del que presumió con Madrid.

Los otros proyectos españoles que la Comisión considera prioritarios han sido el corredor central, que conectará Zaragoza y Madrid, y el corredor Atlántico, que unirá Francia con Portugal, pasando por el País Vasco y Valladolid. Sin embargo, Aragón se quedará sin el túnel con Francia para romper los Pirineos ya que, a pesar de ser considerado desde 2003 como prioritario, se ve como un proyecto «irreal», según Kallas.

Los diez corredores propuestos, junto con otros casi 150 proyectos planteados para mejorar puertos, aeropuertos o cuellos de botella en la UE, deberán pasar a la mesa de discusión del Parlamento Europeo y el Consejo (que agrupa a los Gobiernos de los Veintisiete).

El coste total de la red europea de transportes que la Unión quiere terminar para 2030 asciende a 500.000 millones de euros. De esta factura, unos 56.000 millones llegarán desde los fondos europeos, el resto será aportado por los Estados miembros.

En el caso de España, sólo un 20 por ciento de la factura vendrá de las arcas europeas, que aumentará hasta el 40 por ciento para los tramos transfronterizos.

El ministro de Fomento, José Blanco, adelantó ayer que nuestro país deberá invertir casi 50.000 millones hasta 2020 para los tres ejes, de los que la mayoría (un 39 por ciento) se destinarán al corredor mediterráneo.

«Me siento orgulloso de haber probado que se pueden defender los intereses de todos ante la UE. Se ha demostrado que todos los corredores propuestos por España son compatibles y se refuerzan entre sí», dijo Blanco.