Segundo round

Las elecciones municipales son el segundo round. De su resultado dependerá que el proyecto hegemónico y homogéneo – según expresión de David Madí– que impulsa CiU avance y que el PSC tenga una segunda derrota, o que se vuelva a un escenario «déjà vu» de reparto de papeles y poderes.

Las municipales son 946 elecciones, no una sola. ¡Que nadie se equivoque! Aunque los factores globales inciden y el resultado del 28-N es uno muy importante, nunca se han trasladado mecánicamente de unas votaciones a otras, y ahora tampoco es previsible.

Si alguna cosa, nos han enseñado estas elecciones es que en tiempos de incertidumbres las ciudadanía desea certidumbres y, donde hay proximidad, se las dan las personas que se postulan para ser alcalde o alcaldesa.

Sólo en las grandes ciudades la política «macro» puede tener un peso mayor, aunque no necesariamente determinante, en este caso todo dependerá de las propuestas (programas y personas) y de la confianza que generen. Haciendo que desde el punto mediático las municipales se resuman en «la batalla por Barcelona» y que sus resultados, sean los resultados.

A pesar de ello, la ciudadanía exigirá que los futuros ediles enmarquen sus propuestas en cómo resolver sus problemas reales y no que se conviertan en acarreadores de votos para otras elecciones.