Distribución

La marca Neptuno por Alfredo Menéndez

La Razón
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Al pobre Neptuno alguien le tendrá que explicar un día de estos lo que está pasando últimamente ante su fuente porque no gana para aglomeraciones y algaradas. No es que no estuviera acostumbrado a ciertas dosis de visitas. De hecho los últimos años han sido muy buenos para los aficionados del Atlético de Madrid. Pero de ahí a tener la plaza tomada tres veces por semana hay un pequeño trecho que no hay afición que lo resista, ni comercio cercano que lo aguante.
La marca Neptuno ha traspasado fronteras: es un bien intangible de esta ciudad que se ha paseado por la prensa internacional durante los últimos siete días mucho más que los en los últimos siete años. Ni siquiera el año del doblete salió tanto en los papeles el Dios del tridente como en este septiembre tan agitado que hemos tenido. Lo que sucede es que esta marca no suma: más bien resta. Y no sólo resta a los establecimientos de la zona cero de la protesta que bastante hacen con tener el escaparate entero o con subir la persiana por las mañanas. Resta a todos los comercios que están fuera de esa zona del derrumbe por la parte que afecta a toda la economía española.
¿Reformamos el derecho de manifestación? ¿lo dejamos como está? Palabras mayores para los comerciantes: a ellos les llegaría con llegar al túnel del final de mes y ver una luz. Y a ser posible que no sea un tren que viene de frente.