Sevilla

La Feria se cuela entre los nubarrones

La lluvia desbarata una jornada con menos público en el Real

La Feria se cuela entre los nubarrones
La Feria se cuela entre los nubarroneslarazon

Sevilla- La diversión se cuela entre las nubes y los claros. El tiempo no acompañó ayer y el frío, incluso el granizo, inundó el Real. Pero la Feria sigue adelante y las ganas permanecen intactas en un fin de semana en el que la gente se ha decidido a ir al recinto para apurar las últimas horas de fiesta.

A la Feria se le acelera el pulso el sábado. Es uno de los días más bulliciosos. La provincia va en masa al Real y los trenes AVE llegan a Santa Justa atestados de volantes y peinetas. Es la Feria de los sevillanos que viven en otras ciudades y que regresan con ganas de pisar el albero y compartir buenos momentos con familiares y amigos.

Sin embargo, el mal tiempo propició que muchos se quedaran en casa a la espera de una tregua climatológica. La mañana fue fría, con algún que otro chaparrón disperso que deslució el paseo de caballos. Menos gente por las calles, por lo que las casetas se convirtieron en refugios improvisados. A media tarde, el tiempo mejoró y la animación creció. Pero, de nuevo, los nubarrones y las tormentas aparecieron, con fuertes lluvias y granizo que terminaron por desbaratar los pocos farolillos que quedaban. La Feria de noche se ha convertido en la opción más viable para no gastar demasiado y disfrutar del ambiente. Con ropa de abrigo y algunos con la cena en el estómago, la noche se abrió sobre todo a los más jóvenes.

En la Feria de la crisis las recepciones institucionales han desaparecido y la actividad pública es casi inexistente. Los políticos buscan el anonimato y ya no son habituales los encuentros con periodistas y canapés de por medio. Estos actos, si quedan, se celebran a principios de semana y el epílogo es más familiar e íntimo. Como es tradicional, el Ayuntamiento falló los premios del concurso de casetas. Unos galardones que reconocen la dedicación y el cuidado por una tradición que parece extinguirse: la decoración de las casetas. El primer premio de un módulo se lo llevó la situada en la calle Juan Belmonte número 37. En uno de los accesit, el Consistorio destaca la «decoración integral y definición de volúmenes de la zona noble». El personal de la Delegación de Fiestas Mayores afina bastante en la valoración.

En el apartado de dos módulos la ganadora fue la Peña Hispalense, en Gitanillo de Triana 37. En el accesit, que fue para la caseta El Pinsapo –ubicada en Ignacio Sánchez Mejías 34–, se destaca el «esfuerzo continuado en la ornamentación integral».

La intensidad del fin de semana se hace visible en los balances de la Policía Local y los servicios municipales. Hay más gente en la Feria y, por tanto, más incidencias. Tan sólo el viernes se saldó con 80 riñas y nueve personas detenidas, dos de ellas implicadas en casos de violencia de género.

Los servicios sanitarios contabilizaron un total de 208 asistencias, de las que nueve obligaron al traslado a centros hospitalarios. La empresa Lipasam recogió 258.140 kilos de basura, un 9,24 por ciento menos que el viernes de Feria de 2011.


EL TREN DE LA BRUJA
por Lucas Haurie
Cantes de ida y vuelta
La globalización ha llegado a un fenómeno estrictamente local como la Feria en forma de lista de éxitos. La sevillana más escuchada este año, sobre todo en las grandes casetas, ha sido… «Ai Se Eu Te Pego», un hit discotequero del brasileño Michel Telo que tanto sirve para mecer pasos en la Semana Santa murciana como para poner a los adustos socios de Pineda a danzar como chimpancés amaestrados. En su día fueron piezas de profundo calado como «El venao» o «El baile del gorila», siempre el imperecedero «El caballo camina p'alante». Los gustos musicales del feriante son una caja de (desagradables) sorpresas. Si El Pali levantara cabeza.

El metro, como La Palmera
Acolapsao, en lenguaje manuelino. De esa inútil guisa se queda en hora punta la solitaria línea del suburbano de Sevilla, apenas un tren de la bruja tuneado de cutrerío equiparable al de esta sección cuyo nombre inspiró. A él no han llegado los recortes porque ya fue proyectado bastante recortadito. Inútilmente sostenible o sosteniblemente inútil cuando más se lo necesita. Gracias a la paciencia de los sindicatos de Tussam, el autobús ha vuelto a ser el rey del trasporte público porque el horno ya no estaba ni para taxis. Cuentan que un usuario consiguió volver al Aljarafe en metro, en menos de dos horas y sin incidencias. Ha de ser una leyenda urbana.