Debate Estado Nación
El PP cree que Zapatero pone a ETA en el centro de su agenda
La remodelación del Gobierno obliga al PP a cambiar también su paso para acoplarse al nuevo escenario
Y cambiar el paso implica revisar esa estrategia que en la cúpula popular resumían sólo hace unos días comparando el clima político con una carrera de fondo en la que la liebre, el Gobierno, estaba desfondada, pero en la que lo inteligente, a su juicio, era esperar hasta que terminase de agotarse, no cansarse antes de tiempo, y adelantarla sólo cuando llegase la última vuelta. «Hay que adaptar el ritmo y el discurso a las nuevas circunstancias, aunque el camino a La Moncloa sigue bien asfaltado», en palabras de un alto cargo del PP.
Los populares creen que Rodríguez Zapatero sigue teniendo dos minas bajo los pies: el paro y las elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera. Pero también reconocen que ha movido estratégicamente sus piezas para introducir una nueva agenda política que distraiga en la medida de lo posible la atención de la economía. Y esa agenda gira en torno a ETA y a la pacificación: un debate en el que los de Rajoy no se sienten cómodos porque saben que su posición de principios les obliga a remar en contra de la mayoría de la opinión pública, que quiere el fin del terrorismo «como sea».
Por supuesto que el cambio de Gobierno sorprendió en Génova –aunque Rajoy confesó que se lo había barruntado durante el debate presupuestario–, y por supuesto que en sus filas se valoró de manera inmediata la eficacia a corto plazo del golpe de efecto de Zapatero. Un realismo que no anuló la convicción de que la mala gestión de la crisis tendrá un duro castigo para el PSOE en las urnas. Rajoy compareció para ponerle voz al discurso oficial. «Se cambian los músicos, pero no el director de orquesta, y España necesita un cambio en el director de orquesta y en la partitura», dijo, al tiempo que abogó por elecciones generales y por una más amplia reducción de Ministerios.
Duran Lleida: «Se ha guiado por razones electorales»
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, consideró que la remodelación del Gobierno de Rodríguez Zapatero obedece a razones electorales «y no de Estado», pero admitió que el cambio de caras para afrontar lo que resta de legislatura puede darle un «cierto oxígeno» para los próximos meses. «Este nuevo Gobierno apuntala las baterías para disparar a la oposición», afirmó. Reconoció también la «habilidad» de Zapatero para evitar hablar de los Presupuestos y sí de su Gabinete.
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