Marivent ya no es para el verano por Enrique Miguel RODRÍGUEZ

La residencia oficial de la familia real española ha sido siempre el referente veraniego. Hemos visto crecer en ese palacio al Príncipe y a las infantas, las idas y vueltas por las islas, las regatas, incluso algunas fotos indiscretas en altamar. Pero al final todos volvían a Marivent. Esta casa palacio en los buenos tiempos parecía una casa del Rocío, de tanta gente como se alojaba. Familiares y amigos, entre ellos los Príncipes de Gales y sus hijos. De estas habitaciones con literas y de una residencia con overbooking, pasamos al presente verano, que se va a encontrar casi cerrado. Sabido es que la Infanta Cristina y su familia no veranearán en España, debido a esa especie de exilio a que están sometidos. Doña Elena y sus hijos estarán solamente algunos días. A los Príncipes de Asturias no se les espera. Sus compromisos con la Olimpiada de Londres y el viaje secreto que les gusta disfrutar en verano les van a dejar poco tiempo libre. Los reyes pasaran por Mallorca, pero también Londres les quitará tiempo a su estancia normal. En muchas familias que tienen el apartamento en Matalascañas, y esta vez lo de las literas es un hecho, veraneaban el matrimonio titular; sus tres hijos; los cuñados, que aportaban hija, perro y suegra, que no tenían donde dejarla. Los niños crecieron y se marcharon a su aire, las suegras mueren, los perros los olvidaron en una gasolinera. Al final el matrimonio propietario tampoco pasa el verano en la playa, porque para estar solos prefieren quedarse en casa y se ahorran el transporte diario de tumbonas, sombrillas, tupper con la comida, sandías, bebidas y otros objetos imprescindibles. Y es que al final todas las familias terminan pareciéndose. La imagen que vale más que un millón de palabras y que retrata la crisis económica que padecemos son las fotos de la Infanta de España, Doña Elena, comprando el cuponazo.